Políticas

12/11/2015|1389

Macri quiere cogobernar con Gerardo Zamora

Sobre la visita del candidato del PRO a Santiago del Estero


La visita de Macri a nuestra provincia confirma lo que el PO viene señalando hace tiempo: el PRO-Cambiemos busca un cogobierno con el zamorismo y los gobernadores del “kirchnerismo feudal”.


 


En su recorrida por los medios, Macri prometió trabajar juntamente con “el gobernador (sic) Gerardo Zamora” (en realidad, la gobernadora es su esposa), y evitó cualquier tipo de denuncia al régimen local. Macri habló de la pobreza y la violación a las libertades democráticas como fenómenos ajenos a Santiago del Estero. Citó ejemplos del Chaco y Formosa, como si Santiago no fuera una de las provincias más pobres del país, con el peor salario nacional y la mayor precarización laboral, o como si el zamorismo no tuviera responsabilidad política en los asesinatos de Raúl Domínguez, Ezequiel Melián, Tino Farías, la desaparición de Leonardo Gallo y tantos otros casos de impunidad.


 


En este aspecto, Macri muestra su profunda comunión de intereses con Scioli. Recordemos que Macri se negó a llevar a fondo la denuncia del fraude en Tucumán para evitar una pelea en regla contra el alperovichismo, con el que también tiene planes de cogobierno. El kirchnerismo local es incapaz de denunciar este aspecto profundamente reaccionario del macrismo, por la sencilla razón de que Zamora es uno de los principales referentes K a nivel nacional.


 


Los kirchneristas santiagueños se limitaron a hacer chicanas contra la propuesta de Macri de construir un puerto en Santiago del Estero. Para ellos se trataría de “un delirio”, lo que da cuenta del desbarranque intelectual de una corriente que presume de un supuesto nacionalismo: ya Manuel Belgrano, sobre la base de expediciones previas, había planteado la necesidad de canalizar el río Salado (también el Bermejo) para garantizar su navegabilidad. En más de 200 años, la burguesía nacional fue incapaz de desarrollar esta tarea.


 


En realidad, lo que corresponde denunciar en pos de los intereses nacionales es el carácter social del planteo que Macri explicó ante las cámaras: quiere establecer una hidrovía, junto con autovías (rutas 34 y 9) y la finalización del Belgrano Cargas, con el fin de garantizar que Santiago y Salta profundicen su carácter de “polos sojeros” (textual), subsidiando el flete de los agroexportadores. Es decir, utilizar los fondos estatales para profundizar la destrucción ambiental, la expulsión de campesinos y el monocultivo antinacional. Los kirchneristas no pueden denunciar esto porque es la misma orientación que viene sosteniendo su gobierno: bajo el zamorismo se han arrasado más de 1 millón de hectáreas de monte santiagueño; con el kirchnerismo, Argentina está entre los diez países con mayor tasa de deforestación del mundo y somos uno de los países más sojeros del planeta.


En la Cámara de Diputados local, kirchneristas, macristas (y massistas) de todos los matices votaron juntitos el beneplácito por el comienzo de las obras del Belgrano Cargas en el sudeste santiagueño: sólo se opuso nuestra compañera Andrea Ruiz, diputada del Frente de Izquierda. Andrea denunció que el trazado ferroviario aplaudido por oficialistas y pseudo-opositores desembocaba en una finca sojera de Bunge y Born.


 


Los que hoy mendigan un voto para Scioli o Macri están unidos en la defensa del monocultivo sojero, la destrucción ambiental, la precarización laboral y la violación de las libertades democráticas. En definitiva, son los responsables del profundo atraso económico y social que vive nuestra provincia hace siglos. Los que vivimos de nuestro trabajo debemos impulsar el voto en blanco para expresar unidad en torno de una alternativa obrera y socialista, con la mira puesta en una reorganización social sobre nuevas bases y un gobierno de los trabajadores.