Políticas

19/9/2017

Macri reprime, el Senado avala el ingreso de tropas yanquis al país


De manera silenciosa, a lo cual colaboró la casi unanimidad en la votación, el Senado nacional aprobó hace pocos días la realización de ejercicios militares conjuntos de tropas argentinas y norteamericanas en la Patagonia, denominado "Cormoran", para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo” (una contraseña para justificar cualquier injerencia externa o reforzamiento represivo). Esto, en el marco de la conmoción nacional por la desaparición forzada de Santiago Maldonado en Chubut a manos de la Gendarmería y de la campaña oficial acusando a las comunidad mapuche como “una organización violenta”.


 


La votación en el Senado autorizando la actividad militar conjunta mostró el alineamiento de todo el arco político en este tema que hace a la relación con el imperialismo. El Frente para la Victoria, dirigido por Miguel Angel Pichetto y con amplia mayoría en la cámara Alta, votó masivamente en favor de los ejercicios, y a él se le sumaron los demás bloques y la casi totalidad de los representantes presentes, incluido Fernando “Pino” Solanas.


 


En la misma línea, Pichetto también defendió hace pocos días a la Gendarmería y al accionar de Patricia Bullrich frente a la crisis que generó el secuestro y desaparición de Santiago Maldonado.


 


La aprobación en Diputados tuvo un traspié inicial. El intento de hacerlo sin la aprobación previa en comisiones, para lo cual se requería una mayoría especial, fue rechazado. La comisión de Defensa rechazó la aprobación de los ejercicios porque se justifica en la “lucha contra el narcotráfico y el terrorismo” y esto “resultaría contradictorio con la Ley de Defensa Nacional que impide la utilización de tropas militares para tareas de seguridad y represión internas”. Es probable que –previo acuerdo entre los bloques mayoritarios- vuelva a ser presentado en la próxima reunión de Diputados, a realizarse el próximo 27 de setiembre.


 


Magdalena Odarda, la solitaria senadora macrista que se opuso a la realización de las maniobras (hubo dos votos en contra), aunque lo hizo solo por “razones de oportunidad”, añadió una sorpresiva acusación: “hace diez años denunciamos la existencia en Sierra Grande del aeropuerto de un inglés (por Joe Lewis, el amigo de Mauricio Macri), a menos de dos horas de vuelo de las Malvinas (y) sin radares” que lo controlen.


 


La razón de fondo del fortalecimiento de la represión en la zona patagónica es la defensa de la propiedad de los grandes terratenientes: extranjeros, como Benetton, Lewis o Turner, pero también pertenecientes a tradicionales familias “patricias” y aún propietarios kirchneristas como Cristóbal López, por ejemplo, así como a las presentes y futuras explotaciones mineras y energéticas.


 


Cabe recordar que el gobierno paraguayo firmó un tratado con Estados Unidos que promueve un “proyecto de desarrollo” de la Hidrovía Paraná – Paraguay con asistencia norteamericana, que prevé que se puedan utilizar tropas yanquis para resguardar instalaciones y equipos.  El acuerdo plantea la militarización por parte de los Estados Unidos de un largo trecho de la costa argentina sobre los ríos Paraguay, desde Clorinda hasta la Isla del Cerrito y Paraná, frente a Corrientes y Misiones.


 


En cuanto al gobierno argentino, durante su reciente visita a los Estados Unidos, Trump y Macri avanzaron en una mayor cooperación en materia de seguridad. Macri dijo entonces que Patricia Bullrich y la AFI (ex Side) están trabajando “estrechamente” con sus pares norteamericanos. Y la lucha antidrogas es la coartada de un mayor despliegue de los servicios secretos extranjeros en el país, así como la lucha antiterrorista, el pretexto para dar rienda suelta a una mayor colonización de la región.


 


Este estrechamiento de relaciones con el imperialismo va de la mano de la intención oficial de fortalecer el aparato represivo interno. La represión a las luchas obreras y populares que ya se mostró en los conflictos de AGR-Clarín, Pepsico, los petroleros y ahora los mapuche, son un preanuncio de lo que prepara el gobierno por el ajuste posterior a octubre.


 


Ni una tropa yanqui en la Argentina. Basta de represión a las luchas obreras y populares. Fuera el imperialismo de América Latina.