Políticas

8/2/2007|980

Macri: Se va de Boca la “nueva política”


Mauricio Macri es, dice él, la “nueva forma de hacer política”. Pero el ciclo que está culminando Macri en Boca es la contracara de la “nueva política”. En octubre, la Justicia le vetó el ansiado proyecto de reforma de los estatutos del club; Macri pretendía su reelección indefinida. Aunque le gusta hablar del “recambio de los hombres de gobierno”, despedazó a los sectores de la directiva que intentaron frenar su manejo personal de los negocios del club, como Digón, Crespi y Abatángelo.


 


Todos ellos efectuaron terribles denuncias sobre los manejos financieros de Macri. 'Cometas' sobre las ventas y las compras de jugadores; la “recompra” de los viejos jugadores de Boca que emigraron a Europa, que Macri negocia personalmente, no de club a club, a cambio de una parte de las transacciones (como los casos de Delgado y Bermúdez, que alcanzaron una gran resonancia).


 


Después de doce años en Boca, Macri se va con muchos títulos futbolísticos y con un pasivo escandaloso… a pesar de ser el club argentino que más jugadores vendió a Europa de los últimos diez años. El endeudamiento de Boca es un tema judicial: hay compras y cuentas fantasmas que no aparecen en los balances (Ver Página/12, 31/12/06). El caso de las compras de Belluschi y Garay, dos jugadores de Newell's que Boca compró, pero que nunca se pusieron la camiseta del club, en cualquier otro país terminaba con los responsables en Devoto. La alianza de Macri en estas operaciones con el presidente de Newell's (López, un hombre que hace mucho debería estar preso) es un ejemplo de este “nuevo” modo de hacer política.


 


Los negocios de “la familia”


 


La historia del grupo empresario Macri tiene un estrecho vínculo con la dictadura, el alfonsinismo y el menemismo.


 


El grupo Macri fue uno de los grandes beneficiados con la estatización de la deuda externa de las empresas privadas. Estas deudas fueron contraídas para la especulación financiera como también para la fuga de capitales. Las distintas empresas del grupo Macri, entre ellas Sideco Americana, Pluspetrol, Socma, Dragados y Obras Portuarias, RSZyA Producciones, Iecsa y Manliba, habían acumulado un endeudamiento con el exterior cercano a los 180 millones de dólares.


 


El grupo Macri, a mediados de los años setenta, tenía entre su patrimonio siete empresas; en los primeros tiempos alfonsinistas contaba con 47 y se había transformado en un gran 'lobbista' del Estado; su empresa de construcción (Sideco) fue la que mayores contratos obtuvo del Estado.


 


Participó en la construcción de la Central Nuclear Atucha, el Puente Internacional Posadas-Encarnación y la Central Hidroeléctrica Salto Grande. También en 1979, el grupo Macri resultó adjudicatario de la primera privatización de recolección de residuos domiciliarios (Manliba), siendo una de las más cuestionadas, por sus precios elevadísimos y condiciones absurdas.


 


Dicho grupo formó parte de diversas privatizaciones. Se adjudicó las distribuidoras de gas Cuyana y del Centro, y algunas rutas argentinas, como también distintos accesos a la Ciudad de Buenos Aires. Pero la más importante fue la contratación de Correo Argentino.


 


En 1997, mediante el Decreto 840/97 se le asignó el Correo Argentino. El principal paquete accionario estaba representado por Sideco Argentina -grupo Socma, de Macri-, que se adueña del 73,5% de las tenencias accionarias.


 


La privatización del Correo, una de las grandes estafas contra el Estado, dejó a 10.000 trabajadores telepostales en la calle.


 


La “nueva política en la ciudad”


 


Mauricio Macri obtuvo el 40% de la emisión de facturas de Rentas y de Alumbrado, Barrido y Limpieza de la Ciudad, con un presupuesto de 13 millones de pesos anuales. Manejó Intron, una de las dos empresas de control fotográfico de vehículos en la ciudad. Se adjudicó la licitación en los tiempos de Grosso y recién a mediados de la gestión de Ibarra este contrato fue rescindido. La facturación promedio, cuando se licitó, fue estimada en 5 millones de pesos (el restante 60% de Intron es de Siemens).


 


Macri tiene participación en la empresa Sistema Castastral (junto a Techint y Siemens), que se ocupa de fiscalizar la construcción de edificios y las ampliaciones no declaradas en viviendas en la ciudad, y de la aprobación de planos.


 


Tiene el cobro de impuestos a través de la empresa Sersa-Pago Fácil (100% de Macri). Se trata de un contrato por 20 años, firmado también durante la intendencia de Grosso. Sepsa fue contratada por el Banco Ciudad para el cobro de impuestos. Su facturación promedia los 4 millones de pesos anuales. El Banco Ciudad le paga a la empresa de Macri un peso por boleta. Esta empresa también maneja el sistema de pago fácil de las entradas de las canchas.


 


Como se ve, Macri no es la nueva política. El grupo al que pertenece es el de la política de siempre. Vaciador del Estado, impulsor de la flexibilidad laboral, lobbista de las contrataciones, tiene en su haber miles de despidos de obreros, y una participación en la dictadura y entre los que entregaron el país también después de la dictadura. Su ida de Boca quizá sea sin retorno, sólo un pasaje hacia otros negocios como representante de los “nuevos políticos”.