Políticas

15/10/2016

Macri y el Papa: concertación para hacer pasar el ajuste


Sonrisas no hubo muchas, pero el Papa le concedió a Macri la conferencia de prensa para informar lo tratado. El detalle importa porque el núcleo del movimiento político y diplomático de la reunión ha sido, según informó el presidente, “la coincidencia en la lucha contra la pobreza y en que debemos unir a los argentinos en una concertación social”.


 


Macri, por decreto, reúne el próximo 19 de octubre la “Mesa de Encuentro entre la Producción y el Trabajo”. Se trata de un mecanismo de concertación social destinado a evitar un “estallido social” y a que “Macri termine su mandato”, según publica Clarín que habría dicho Bergoglio a sus colaboradores. En la previa, el Papa, operando en la CGT y en todo el arco político del peronismo, fue clave para evitar el primer paro nacional contra el gobierno. Una operación a la que se plegó Massa.


 


Hay que decirlo con claridad a los trabajadores. El Papa ha bendecido a los ajustadores, lo que no quiere decir que no tenga diferencias políticas. Actúa sobre las consecuencias del ajuste capitalista contra las masas, sin cuestionarlo. Propone la concertación para evitar la irrupción de las masas que puede descarrilar el control de la sartén por parte del gobierno y los intereses de la banca acreedora y el gran capital que representa.


 


La esencia de la propuesta de los “Laudatos”, los nuevos socios políticos criollos del Papa, es el asistencialismo. Por eso, Francisco elogió a la ministra de desarrollo social Carolina Stanley y a Vidal por su tarea de contención –y cooptación- en los escenarios más críticos del ajuste, donde pega directamente el hambre.


 


El gobierno de Macri se negaba a un mecanismo de concertación de este tipo para evitar condicionamientos a su política de ajuste y endeudamiento y a posibles limitaciones que pudieran provenir de una mesa de este tipo. 


 


Al comienzo, el gobierno macrista desechó la idea de un pacto social, que sería una expresión más acabada de lo que se acaba de acordar. Pero falto de espalda, después del traspié del tarifazo, ante el fracaso de las medidas económicas que terminaron en la Argentina del 32% de pobres en contraste con la “pobreza cero” de Durán Barba, y ante la necesidad de contención del movimiento obrero, Macri le ha concedido al Papa esta iniciativa política de arbitraje.


 


El “Minidavos”, el pasaje de todo el gabinete por el Coloquio de IDEA y la visita del FMI, no han alcanzado para despejar el horizonte de una situación económica que ha vuelto a poner la crisis industrial en el momento más grave en el tercer trimestre, que sería el del despegue.


 


En este punto, la coincidencia entre los propios empresarios del Coloquio, el Papa y el macrismo, es la de toda la burguesía: pilotear la crisis social que ya produjo 13 millones de pobres y se agravará por los despidos que crecen y las suspensiones que son despidos futuros. Que se agravará con la aplicación del tarifazo dolarizado que arranca en octubre, la no reapertura de paritarias, el hundimiento de las jubilaciones y la continuidad del impuesto al salario. Todo esto cauciona la concertación papal.


 


En un momento de crisis de la política económica, de crisis en la CGT por su monumental entregada, la reunión del Papa con Macri, es un salvavidas a la continuidad del ajuste contra las masas. A esto se agrega el agravamiento de los femicidios que están desatando, precisamente, las medidas de lucha y movilización que evita la burocracia sindical. Algunos gremios y seccionales cegetistas van al paro el 28 de octubre ante el default del triunvirato cegetista.


 


El derrape de no contestar en la conferencia de prensa a la pregunta de un periodista sobre los ejercicios británicos con misiles en Malvinas, terminaron de pintar a un gobierno subordinado al capital financiero y a las potencias imperialistas.


 


Nuestro accionar en el movimiento obrero, en el movimiento piquetero, con las organizaciones de la mujer, en el plano político, se ordena contra la descarga de la crisis capitalista sobre las masas, para reagrupar a los trabajadores, sindical y políticamente, contra esta concertación destinada a hacer pasar el ajuste.