La investigación abierta en la DGI “por supuesto lavado de dinero” (Clarín, 20/3) en el pase del conocido jugador de Boca Carlos Tevez ha abierto otra instancia de crisis en la Ciudad. ¿Será por esto que Ibarra y Macri han dejado de atacarse?

 

El ovillo de la madeja del pase del jugador llevó a la DGI al descubrimiento de operaciones financieras en paraísos fiscales por parte de operadores que tienen poco que ver con el deporte. Macri habría actuado en acuerdo con el magnate ruso Roman Abramovich, dueño del Chelsea británico. El pase de Tevez lo negoció una empresa con sede en Gibraltar (Haz), cuyos dueños serían, según una investigación de Clarín, dos argentinos y el agente de la Federación Internacional de Fútbol de Israel, Pinhas Zahavi. Haz actuó en representación de la empresa Media Sport Investment (MSI), que regentea al Corinthians, empresa cuyo “verdadero dueño” no sería otro que Abramovich (ídem).

 

Mediante la compra de jugadores profesionales, la 'mafia rusa' ha blanqueado cientos de millones de dólares saqueados durante el proceso restauracionista. Los magnates rusos se han transformado en los principales compradores de los 105 jugadores transferidos al extranjero desde el 1 de enero de 2004. En Brasil también se ha abierto una investigación.

 

¿La punta de un iceberg que acabará también con esta “estrella” momentánea de la derecha argentina?