Macristas y kirchneristas continúan conspirando

El impuestazo en el ABL no ha sido archivado: los legisladores de Macri, Kirchner y Telerman discuten el modo de reponerlo.


Los diputados “K” aducen que el aumento debe estudiarse “barrio por barrio”, “manzana por manzana”, y, si es preciso, “casa por casa”. También dicen que completar ese estudio llevaría hasta dos años. Sin embargo, un experto señala que con “los datos de cada vivienda que figuran en el catastro, y un relevamiento de precios de mercado, se pueden valorizar todos los inmuebles”, en forma rápida y sin demasiados costos (Página/12, 2/9).


Pero la postergación sirve para que la “comisión” legislativa acabe por remendar el decretazo de Telerman, para que rija desde el 2008: “Lo más probable es que el Ejecutivo termine haciendo un revalúo de la tierra como el que hizo, pero dividiendo la ciudad en más zonas y que luego la Legislatura determine cuál es la alícuota que pagará el contribuyente” (Página/12, 31/8). Esta resolución sería “incorporada al debate general por la ley tarifaria y por el presupuesto para el ejercicio 2008” (La Nación, 1/8). En resumen: el gobierno “suavizará” el revalúo de los terrenos, pero la Legislatura lo compensará con un aumento de tasas. El impuestazo vendrá con la primera boleta de 2008.


El “revalúo” y su significado


En este proyecto, al que todos califican de “equitativo”, están prendidos desde el macrismo hasta el diputado ibarrista Hourest, que renovó su banca de la mano de Lozano. Pero para miles de familias que son propietarias de una vivienda única, el prometido revalúo podría convertirse en un doble impuestazo. En primer lugar, porque duplicará o triplicará el ABL, que no sólo paga un servicio sino que también actúa como impuesto local a la propiedad. En segundo lugar, porque la “valuación fiscal recalculada podría derivar en que mucha gente hoy exenta empiece a pagar el impuesto a los bienes personales” (La Nación, 30/8). El apoyo kirchnerista a este doble impuestazo se comprende: es que el segundo mazazo, el del impuesto a los bienes personales, llenará la caja del gobierno nacional. Semejante aspiradora al bolsillo será presentada como un acto de “equidad” y contra la “exclusión”. Mientras tanto, los legisladores acaban de aprobar una moratoria impositiva en el impuesto a los ingresos brutos, que licuará las deudas del gran capital radicado en la ciudad.


Contra el impuestazo que preparan macristas y kirchneristas, planteamos la abolición de los impuestos a la vivienda única, y gravámenes progresivos y confiscatorios a los titulares de dos o más propiedades, a todas las propiedades de las megatorres de lujo y a los inmuebles de Puerto Madero.