Se trata de unas 150 trabajadoras y trabajadores  –la gran mayoría mujeres jefas de hogar- que dependen exclusivamente de sus ventas en la feria nocturna de la Peatonal Belgrano. Ante el impedimento de continuar con su trabajo, debido al aislamiento obligatorio, se encuentran en una situación de completo desamparo, sin ningún ingreso para acceder a alimentos, medicación o pagar sus alquileres.

A través de un comunicado público solicitan una respuesta del intendente Moreira que continúa negándose a atenderlas. En muchos casos, han sido rechazadas para recibir el insuficiente IFE de $10.000, aun cumpliendo con los requisitos exigidos por el gobierno.

Una lucha ejemplar en defensa del derecho al trabajo

Bajo los mandatos del exintendente Katopodis, las manteras han sido blanco de un ataque integral a su organización, que a través del método de las asambleas y la elección de delegadas vienen desenvolviendo un plan de lucha sostenido en defensa de sus puestos de trabajo. Además, han estado presentes en cada una de las luchas del distrito contra los despidos, los cierres de fábricas y los tarifazos. En este tiempo, se han enfrentado a desalojos, amenazas, abusos policiales y un sistemático hostigamiento por parte del poder político municipal.

Con la asunción a la intendencia de Fernando Moreira (exJefe de Gabinete) en diciembre pasado, la situación no se modificó. En reiteradas ocasiones le solicitaron audiencias para poder resolver su situación de extrema precariedad –trabajar a la intemperie a partir de las 21 horas, sin baños, sin puestos ni refugio- que nunca fueron respondidas.

Ante la crisis y la emergencia sanitaria, exigimos una respuesta inmediata

La alarmante situación en el distrito no puede seguir siendo descargada sobre las espaldas del pueblo trabajador. Por eso exigimos una respuesta inmediata del intendente que, alineado con el gobierno nacional y provincial, continúa sin resolver los reclamos más urgentes del distrito.

Por un control popular de la cuarentena, en la que comisiones obreras de seguridad e higiene garanticen que efectivamente se implemente un plan de emergencia acorde a la situación. Por la apertura de los libros del municipio y la reorientación de todos los recursos a la atención de la crisis social y sanitaria. Por un ingreso mensual de emergencia de $30.000 para desocupados y el ingreso al IFE sin restricciones.

Reclamamos el no pago de la deuda externa, asi como un impuesto a las grandes fortunas del distrito, para que esos fondos sean utilizados para enfrentar la emergencia sanitaria y alimentaria y el conjunto de las reivindicaciones populares para que no seamos los trabajadores los que paguemos la crisis.