Luego de una seguidilla de robos violentos en el barrio Chauvín, los “Blumberg” locales retomaron alguna iniciativa para que “se convoque a la Gendarmería para colaborar en la lucha contra la delincuencia”. El Chauvín es un barrio de clase media tirando a alta, aledaño a Los Troncos (uno de los más caros de la ciudad).

Inmediatamente, el intendente ‘progresista’ Katz denunció “un llamativo relajamiento” de la policía y giró el petitorio al Ministerio del Interior. Algunos medios lo entendieron como un reconocimiento oficial de que había “zonas liberadas”.

En poco más de una semana, los “Blumberg” marplatenses anunciaron que habían reunido unas 15.000 firmas, marcharon al Concejo Deliberante, ocuparon la banca 25 y el Concejo les votó una ordenanza. A pedido de los reclamantes, la ordenanza aprobada “unifica el comando de operaciones policiales”, establece la incorporación de otros mil agentes, y convoca a las “fuerzas federales”.

Los comentaristas ‘progres' investigaban cómo había sido la votación: no hubo ni una sola abstención; tampoco un voto en contra. La ordenanza fue aprobada por unanimidad, y en tiempo record.

Los kirchneristas, viejos y nuevos, los socialistas, ”pultistas”, sobischistas, radicales de todas las letras (K, L, etc.)… todos votaron sin chistar.

En una declaración, el PO denunció que los concejales votaron con un ojo puesto en las “encuestas” y el otro previendo un agravamiento en la crisis portuaria. Durante el conflicto de la pesca, finalizado el 1° de agosto, las autoridades marplatenses habían saturado el puerto con policías y prefectos. Son conscientes, más allá del esfuerzo mediático por mostrar avances en el proceso del blanqueo de los trabajadores, que se juntan las contradicciones para un estallido mayor.

Han votado por una “solución” que refuerza a la policía responsable de las "zonas liberadas".

En los mismos días que se aprobaba la ordenanza, se publicó una catarata de pruebas acerca del fracaso de la “política de seguridad”. El juez Tazza (La Capital, 31/8) reconoce la ligazón entre “la droga y el delito” pero que las modificaciones en los procesos penales impiden a los investigadores llegar a los líderes de las bandas de narcos. ¿Los legisladores que modificaron los procesos penales no sabían que esto ocurriría?

El número de guardias privados más que duplica a los efectivos de todas las fuerzas. Otro negocio “extra” de los jefes policiales.

En Mar del Plata hay más de 30 mujeres víctimas del “loco de la ruta”. Su rastro se perdió cuando los indicios apuntaban al aparato policial-judicial.

En Mar del Plata hay 50 crímenes impunes del “gatillo fácil” y ”democrático”.

En la ciudad donde la prostitución y los reducidores de autos y repuestos robados "progresan" a la vista de todos, ¿hay alguna duda de dónde radica la “inseguridad”?

Lo hemos planteado con toda claridad. Abajo la ordenanza. Disolución de las fuerzas de (in)seguridad.