Políticas

28/11/1996|521

¿Marcha de la soberanía o marcha del encubrimiento?

El pasado 20/11, la CGT llamó a una marcha “desde el Monumento de los Trabajadores al Monumento a la Corrupción”, en defensa de la industria nacional. Esta posición fue avalada por el SUPARA (Sindicato Unico del Personal de Aduanas de la República Argentina), que convocó a la marcha en “defensa de la dignidad de la familia aduanera”.


Como quedó demostrado en el discurso de Carlos Sueiro (secretario general del SUPARA), en el cual no dijo una sola palabra en relación a la estabilidad laboral de los trabajadores aduaneros, estas consignas vacías encubrían el inminente despido de cientos de compañeros (por la Reforma del Estado II y por la fusión con la DGI).


Los burócratas, junto a algunos delegados incondicionales, recorrieron las oficinas, llamando a concurrir a la ‘marcha’. La recepción que recibieron fue bastante escéptica, ya que, obviamente, la preocupación no era el éxito o no de una convocatoria de la CGT, sino los inminentes despidos. Hubo casos puntuales, donde se les exigía sumar las consignas “No a los despidos”, “No a la privatización”, “Intervención de los trabajadores en la fusión”, etc.; lo cual descolocó a los burócratas, que sólo atinaban a decir que era una marcha “con los trabajadores aduaneros y no en contra de los trabajadores aduaneros”, y que ellos no habían participado en la redacción de las consignas, pero que “lo que se quería decir era eso”… Luego huyeron.


Esta situación derivó en una magra concurrencia de aduaneros al acto, los cuales se dividían entre los que iban por curiosidad y los que lo hacían por estar en ‘deuda’ con el sindicato (acomodados en lugares de ‘privilegio’, Puerto, Ezeiza, etc.).


En síntesis, la ‘defensa de los trabajadores’ que planteaba el SUPARA fue: Cavallo + Parino = Aduana Paralela, con lo cual se produce un doble encubrimiento: a) No señalar la responsabilidad de Menem y de los industriales nacionales y extranjeros, y b) No decir palabra sobre los despidos y la privatización de la aduana.


En este momento, se sabe que han citado a jefes para hacer las listas de quiénes formarán parte de la reducción del personal. En principio se habla de un 15% (sobre 5.000 trabajadores, unos 800). También se está preparando un proyecto de reestructuración para la fusión con la DGI.


El clima que se vive entre los trabajadores es de una gran incertidumbre, bronca con el sindicato y una gran impotencia de poder hacer algo por afuera. Los trabajadores aduaneros no pueden ser los que paguen el pato de una masiva estafa y robo de millones de dólares. Por ello, el SUPARA, conjuntamente con el sindicato de la DGI, debe tomar una posición clara ¡¡YA!! No a los despidos, derogación del decreto de fusión con la DGI, contra la privatización, que se declare estado de movilización permanente en defensa de todos los puestos de trabajo y por el enjuiciamiento de los verdaderos contrabandistas.