Políticas

26/11/2009|1110

Mario Monje, delegado despedido de la fábrica Cive de Córdoba

"Los problemas de nuestra lucha"

Mario: Las dificultades que afrontamos es que somos 35 compañeros afuera y el que el señor Ardiles, el nuevo comprador de Cive, no nos quiere tomar porque dice que somos revoltosos y nos trata de inadaptados sociales; dice que no servimos para el proyecto que tiene en la fábrica. Y estamos esperando que el Concejo Deliberante decida qué va a hacer, porque hay un proyecto que van a presentar a ver si este señor quiere tomar más gente. El acuerdo que se firmó no ha sido cumplido: era los 75 trabajadores adentro de la planta y hay 38 trabajadores en la planta y 35 afuera.

– ¿Cuál es la situación de los 38 que están adentro?

– La producción que están haciendo es mínima, es para La Plata. Este señor Ardiles le pidió la plata prestada a una empresa para poder abonar el otro porcentaje de las máquinas que había en la fábrica… Entonces se fabrica para devolverle la plata a este señor. Y los muchachos hacen limpieza, pintura, una especie de mantenimiento de la planta, y últimamente venían cobrando anticipos porque no se les pagaba la quincena completa. La situación no es nada tranquila.

– ¿Hay solidaridad entre los trabajadores de adentro y afuera?

– Sí. No te digo el ciento por ciento, pero digamos que más del cincuenta por ciento sí. Ellos lo que más quieren es que nosotros estemos adentro. Nosotros pedimos tanto en el Concejo Deliberante como en la Legislatura que por favor hicieran cumplir lo que se firmó, porque nosotros queremos trabajar. Ardiles dice que no, que él nos ha llamado y que nosotros no queremos entrar. Es al contrario, él nunca llamó, no nos quiere. Ya lo ha dicho por radio y televisión que somos inadaptados sociales y revoltosos. Si por pelear por dignidad y por trabajo, pelear por la fuente de trabajo de los compañeros, me tildan de revoltoso, entonces he sido un revoltoso toda mi vida. Yo no entiendo qué quiere este señor, porque no tiene explicación para decirnos “no los quiero tomar”. Miente, miente. Desde que empezó el conflicto hasta el día de hoy sigue mintiendo.

– ¿Cuál es el papel del sindicato?

– El papel del sindicato es nulo. Desde el momento en que empezó el problema, el sindicato habrá estado treinta días y después nos dijo “¡que dios los ayude!” y fue para el lado de la patronal en vez de defender lo que ellos firmaron en la Secretaría de Trabajo: que entremos los 75 trabajadores. Nosotros llevamos ya cuatro meses. Siempre están a la par de la patronal y no del obrero que necesita del sindicato.

– ¿Esta Conferencia puede brindar una perspectiva nueva a los conflictos como el de Cive?

– Yo creo que sí, porque acá estoy viendo que hay muchos sindicalistas que vienen a buscar el apoyo y tratar de voltear a esa burocracia sindical que lo único que hace es destruir al obrero, no ayudarlo.