Sí, fueron más de tres mil. Neuquén volvió a mostrar una vez más su característica de provincia luchadora.

 

Salimos para repudiar el atentado contra el compañero secretario gremial de Aten Capital, Alejandro Castellar, y su familia. El fin de semana previo habían baleado su casa. Una de las balas llegó al cuarto de su hija.

 

A la marcha fueron todos los sectores en lucha y la mayoría de las organizaciones de la provincia.

 

La marcha demostró, a pesar de muchos de sus dirigentes, la rápida y contundente respuesta de los luchadores neuquinos.

 

Asistimos a una escalada represiva del gobierno Sobisch que ya afecta a varias organizaciones y opositores. Responde así al gran paro realizado por los docentes (90%) y al de los trabajadores de la salud, que sin duda están en uno de sus puntos más álgidos.