Políticas

14/7/2005|908

Más enKubrimiento bochornoso

Prácticamente en simultáneo al circo de la interna “pejotista” entre la “Dama de Blanco” y la “Chiche”, el martes 5, el fiscal de la causa principal por los asesinatos de Kosteki y Santillán, Bernardo Schell, elevó al Tribunal una solicitud para que se suspendan las declaraciones testimoniales de Eduardo Duhalde, Carlos Ruckauf, Alfredo Atanasoff y Juan José Alvarez, las cuales estaban programadas para el día jueves 7, junto a las de Horacio Jaunarena (ex ministro de Defensa del gobierno de Duhalde) y Raúl Miranda (ex jefe de la Gendarmería Nacional). El argumento del fiscal es que Duhalde y Cía. permanecen imputados en una causa abierta por Mabel Ruiz (madre de Maximiliano Kosteki) en los Tribunales Federales de Capital Federal en el año 2002, lo que podría entorpecer el desarrollo del juicio oral. Desde ya, el Tribunal accedió a la solicitud de la Fiscalía. Pero el día de las “ausencias notables”, el jueves 7, sí declararon Jaunarena y Miranda.


El primero, en carácter de ex ministro de Defensa, deslindó toda responsabilidad de su cartera, pero reconoció que estaba al tanto de la advertencia de Alfredo Atanasoff, ex jefe de Gabinete, el día anterior al 26 de junio, sobre la decisión oficial del gobierno de impedir el corte de accesos a la Capital.


Miranda, por su parte, también intentó deslindar la responsabilidad de la Gendarmería Nacional, aunque describió en detalle que ese mismo día la fuerza a su cargo tenía la orden, por parte de Juan José Alvarez, en carácter de secretario de Seguridad, de impedir el ingreso de manifestantes por el acceso Norte a la Capital Federal (Puente Saavedra). Sin quererlo, reconoció la existencia de un plan coordinado represivo, ya que detalló la división de las fuerzas de seguridad por parte de la Secretaría de Seguridad (Gendarmería en Zona Norte, Prefectura en Zona Sur, Policía Federal en Capital y la Bonaerense en Provincia).


Simultáneamente a estas declaraciones, más de 2.000 compañeros del Polo Obrero, el Frente Darío Santillán y el MTD Aníbal Verón se manifestaban en las puertas de los Tribunales de Lomas para denunciar la nueva maniobra de encubrimiento en el juicio.


Horas más tarde, en el Teatro Argentino de La Plata, Cristina Kirchner lanzaba su candidatura a senadora por el Frente para la Victoria en la provincia, cayendo en el colmo de la demagogia, la perfidia y el enkubrimiento; mientras “castigaba” a la otra camarilla duhaldista señalando que el “gobierno anterior tuvo que adelantar las elecciones por la muerte de dos piqueteros”, su entorno venía de encomendarle al mismo fiscal de la causa la suspensión de la declaración del… “gobierno anterior”. Por supuesto, además de Duhalde, algunos de los funcionarios responsables de la masacre también citados a declarar como testigos (y no como imputados) en este juicio disfrutaron de un “palco de honor” en el acto de la “Dama de Blanco”, como son los casos del gobernador Felipe Solá, y el ministro Aníbal Fernández.