Políticas

12/3/2009|1074

Massuh sigue vaciando

Los trabajadores reclaman la intervención del Estado para poner la fábrica a producir

El miércoles 4, los obreros de Massuh volvieron a movilizarse a La Plata. Fueron tres micros llenos de trabajadores para reunirse con el “grupo inversor”. Esa reunión había sido acordada la semana anterior en el Ministerio de Trabajo de la provincia. Toda la jornada se desarrolló bajo una constate lluvia que no fue impedimento para nadie.

La reunión con el “grupo inversor” era parte del pliego de condiciones que presentó la interna en nombre de la asamblea. Los trabajadores aprendieron por experiencia propia que deben tener el control de la reapertura para garantizar efectivamente que entren todos a trabajar, que se paguen los sueldos adeudados y que no haya recortes salariales. Los compañeros reclaman, además de la reapertura sin despidos ni suspensiones, la formación de una comisión obrero- estatal para controlar el movimiento financiero, comercial y contable.

Las prevenciones se revelaron acertadas. El “grupo inversor” no apareció y la patronal hizo correr la bola (junto a la burocracia papelera) de que se retiraría porque se siente “amenazada” por la lucha obrera.

El llamado “grupo inversor” es, en realidad, un fondo financiero que quiere cobrarse los 40 millones de dólares que le prestó a Massuh. No viene a poner plata sino a sacarla.

Massuh sigue trampeando

Massuh volvió a dilatar la fecha de la reapertura. Cada paso que da, va en el sentido del vaciamiento: ahora han terminado de sacar la pasta que estaba adentro de la fábrica con el cuento de que la necesitan para pagar la materia prima. Después de la fracasada reunión con el “grupo inversor”, la patronal condicionó el pago de la quincena (siempre con atraso y arrastrando deudas por la segunda quincena de febrero y el aguinaldo) a que se levantara el bloqueo a los camiones; esto fue votado y aceptado por la asamblea bajo presión y bronca. Massuh quiere retomar una iniciativa que estaba perdiendo y se apoya en la burocracia del gremio, que conspira y ha vuelto a sembrar anónimos contra la interna y la lucha. Es una señal de que quieren acordar la reducción de una parte de los trabajadores.

Con la lucha se puede

Los trabajadores papeleros están seriamente afectados por las suspensiones en la gran mayoría de las fábricas, acuerdo por medio con la burocracia. La papelera multinacional Smurfith suspende y detiene la máquina continua 15 días al mes.

¿Cómo se explica que las fábricas papeleras, produciendo al 75%, suspendan y rebajen el salario a sus trabajadores y que en Massuh -paralizada por decisión de la empresa desde octubre pasado, los trabajadores hayan impuesto el cobro del 100% de los salarios? La explicación es que los trabajadores de Massuh están en asamblea permanente, movilizados, luchando a capa y espada, mientras la Federación del Papel se ubica del lado de las patronales y se niega a convocar al plenario de delegados para votar una acción conjunta de todas las fábricas del gremio.

Las provocaciones de la burocracia tienen un carácter abierto: han usado el periódico de la Federación para atacar abiertamente al Partido Obrero. Digan lo que digan Massuh y la burocracia, las asambleas son cada vez más grandes y las movilizaciones más masivas porque los trabajadores han tomado en sus manos las acciones para el reinicio de la producción. Los trabajadores están discutiendo una salida para poner a Massuh a producir.

Frente a la borratina de Massuh y del “grupo inversor”, los trabajadores están discutiendo la intervención directa del Estado para poner a producir la fábrica bajo la forma de una cooperativa obrera- estatal. Es decir que si Massuh declara la quiebra o continúa el lock-out, el Estado debe garantizar la reapertura (capital y medios) para que los obreros y empleados gestionen la fábrica.

D.M.R.