Políticas

29/4/2020

Mendoza: el intendente de Rivadavia se jacta de años de confiscar salarios a municipales

“Tenemos 70 millones en las arcas”, declaró Miguel Ronco, mientras los empleados cobran menos de un tercio de la canasta básica.

Miguel Ronco, intendente de la localidad mendocina de Rivadavia, brindó ayer una entrevista a una radio local en la que se jactó de tener más de 70 millones de pesos en las arcas municipales, que sostiene que serían destinadas a cubrir las nóminas salariales de tres meses a futuro.


La declaración omite que el radicalismo ha acumulado eso como resultado de una confiscación sistemática de los trabajadores municipales, que actualmente cuentan con salarios básicos en un promedio de 10 mil pesos, que aún con los complementos remunerativos y en negro no superan los 14 mil en promedio (ni un tercio de la canasta básica familiar). Lo “ahorrado” en salarios ha ido a parar a la timba financiera, a través de plazos fijos y Leliqs.


Los radicales gobiernan el municipio hace más de 20 años y, como reconoce Ronco, llevan dicho tiempo gestando estas prácticas ajustadoras. Es decir que décadas de penurias para los municipales solo han servido, en teoría, para garantizar su ingreso de tres meses hacia adelante, algo que nadie ha salido a demostrar haciendo públicas las cuentas del municipio. El propio intendente justifió hace dos años atrás su dietazo declarando que “prefería cobrar bien, y no robar bien”, dejando entrever prácticas irregulares realizadas sobre las cuentas de la comuna.


Como lo venimos denunciando en Prensa Obrera, el quebranto del Estado, y en este caso del municipio, se extenderá más allá de los próximos meses. Con una economía global en una enorme recesión, Rivadavia no será una isla en un océano de ajustes salariales y despidos masivos que se profundizan en todo el país.


Por este motivo llamamos a los trabajadores municipales de Rivadavia a deliberar en cada repartición y galpón, sobre la necesidad de una reorganización total del municipio sobre las necesidades de los vecinos y sus trabajadores, para que no comiencen cortando por lo más delgado del hilo que son sus salarios y puestos de trabajo.