Políticas

22/12/2011|1207

Mendoza: Endeudamiento, ajuste y megaminería

El flamante gobernador, Francisco ´Paco’ Pérez acaba de endeudar a la provincia con el Credit Suisse por 410 millones de pesos, que se destinarán a cubrir el bache de gastos corrientes. Con ese dinero se afrontará parte del pago de sueldos, aguinaldos y coparticipación a los municipios, quedando todavía sin cubrir 268 millones.

Este es el tercer año consecutivo con déficit fiscal. Desde 2007 a la fecha, la deuda provincial creció más de un 50% y actualmente es de casi 6.000 millones de pesos. Sin embargo, se mantienen exenciones impositivas a diversos rubros, se sigue subsidiando a las grandes empresas cuya evasión es escandalosa, y las regalías petroleras, principal recurso de la provincia, son cada vez menores. Al día siguiente de su triunfo, el gobernador anunció un aumento en las tarifas de agua y luz, impuesto inmobiliario y el boleto de colectivos.

Un gobierno de las mineras 

Mendoza ha sido escenario, en los últimos años, de una fenomenal lucha entre los grupos mineros y un heterogéneo movimiento de pobladores y grupos ambientalistas que se oponen a su instalación.

Aprovechando el cambio de mando y sin hacer anuncio alguno, el gobierno de Jaque firmó la autorización para que una empresa canadiense comenzara trabajos en el departamento de San Carlos. Pérez no abrió la boca y dejó que cualquier costo político lo pagara el gobernador saliente, pero la reacción popular fue inmediata y se cortó la ruta con cientos de vecinos, obligando a un nuevo recule.

En el sureño departamento de Malargüe, la Presidenta y el nuevo gobernador anunciaron una inversión de 4.500 millones de dólares de la empresa brasileña Vale, que construirá vías en Neuquén y un puerto en Río Negro para saquear el potasio y llevarlo a Brasil, inutilizando al río Colorado por la salinizadón que provocará el emprendimiento. Esta empresa se adueñó de Malargüe y goza de tal impunidad que ni respeta los acuerdos que firmó oportunamente con Jaque, en los que se establecía el “compre mendocino” para favorecer a los proveedores locales y la contratación de mano de obra en Mendoza.

Está planteada la necesidad de seguir enfrentando todo intento de depredación ambiental y laboral que venga del nuevo gobierno minero, y unir a esto la lucha contra el ajuste y el tarifazo.