Políticas

23/9/2020

Mendoza- Guaymallén: en respuesta a las declaraciones de Marcelino Iglesias

Nos separa la barrera de clase entre quienes trabajamos y quienes se apropian de nuestro trabajo.

Comité Partido Obrero Guaymallén

Marcelino Iglesias, el Intendente de Guaymallén, ha publicado un posteo donde en resumen resalta “el esfuerzo”, “el mérito” y ataca a los que “viven de arriba” en alusión a su experiencia de vida personal, pero que tiene toda una posición política de fondo.

Iglesias es del sector político que acaba de condenar y convalidar la represión a quienes intentan resolver su problema de vivienda tomando un terreno o usurpando en un municipio que lleva más de 5 años sin ejecutar ni un plan de vivienda.

Pertenece a quienes piensan que la cuarentena es innecesaria, que hay que mandar a los trabajadores a exponerse al contagio para que las privadas trabajen al 100% y todo “funcione a perfección” (no es casualidad que los contagios superen los 120 casos en el Edificio Municipal). Y del sector que rezaga los salarios municipales pero sigue destinando millones a las empresas privadas en la Comuna. O sea, es uno de los tantos sectores que al momento de pararse para contraponer quien coloca los “esfuerzos”, los pone siempre del lado de la patronal.

Esto es así porque nada dice del esfuerzo que hacen los trabajadores municipales que con una asignación de Clase A tienen un básico de menos de $10.000. Nada dice que mientras aumentan los contagios la planta municipal se siguecumpliendo tareas de recolección, obras, limpieza de cunetas, tareas administrativas, etc. exponiéndose los trabajadores, cobrando salarios de miseria. Nada dice del esfuerzo que hacen los miles de trabajadores que perdieron su trabajo y que actualmente no pueden llevar adelante una cuarentena en condiciones porque viven hacinados y hasta sin agua en muchos barrios.

Tenemos casi un 10% de pobreza en Mendoza (más de 50 mil personas sin trabajo) las cuales en muchos barrios ponen en pie un comedor popular para alimentarse, atender el hambre y reclamar al gobierno trabajo genuino. ¿Acaso eso no es el esfuerzo de un sector social por recomponer su situación de miseria?

Estos discursos que resaltan la “meritocracia” siempre están orientado a defender al empresario parásito que actualmente reciben subsidios millonarios para pagar sus nóminas salariales reventando los recursos del ANSES, o que viven pidiendo condonación de tasas municipales, porque “ellos hicieron un esfuerzo en toda su vida para remontar un negocio” (las comillas son pura hipocresía). O sea, a ocultar las barreras de clase entre “patrones” y “trabajadores”.

Estámás que demostrado que el esfuerzo lo hacen los trabajadores que cumplen su jornada laboral por salarios de miseria mientras ellos se llevan el producto del trabajo ajeno. Es fácil colocarse como un meritócrata con un salario que casi llega a los $200.000 como el que cobra Iglesias.

Esta situación donde unos pocos se la llevan en pala, condenando la pobreza y a los trabajadores, solo puede ser superada rompiendo la tregua de las direcciones sindicales y organizaciones sociales que nada hace para revertir este escenario.

En estos tiempos es vital poner el esfuerzo de los trabajadores por delante y dejar de destinar millones de pesos al pago de la deuda para recomponer el salario, conquistar una vivienda digna, el alimento y terminar con que la crisis la sigan pagando los sectores más golpeados.