Políticas

29/12/2016|1443

Mendoza: La gran lucha del transporte en una nueva etapa

El Senado dio sanción a la ley privatista


La gran lucha de los trabajadores de la empresa provincial de transporte ha entrado en una nueva etapa, luego de la sanción definitiva de la ley impulsada por el gobierno de Cambiemos. Por 20 votos a favor y 16 en contra la Empresa Provincial de Transporte de Mendoza (EPTM) se disolverá a partir del 31 de diciembre.


 


Al igual que lo ocurrido cuando lo trató Diputados, los trabajadores del trole movilizaron junto con la CTA y la fracción clasista de ATE. Fue notable la fuerte participación de las mujeres del trole, muchas de ellas no afiliadas a ningún gremio, que le imprimieron un mayor dinamismo a una lucha que lleva meses.


 


El proyecto


 


Esta ley es el principio de una nueva embestida abiertamente propatronal del gobierno mendocino. La extinción de la EPTM y su remplazo por una sociedad anónima unipersonal tienen por base dos aspectos centrales: establecer el marco legal para la incorporación de capital privado a los servicios del Estado, por un lado, y atacar fuertemente las condiciones de trabajo, estabilidad laboral y organización gremial de los trabajadores, por el otro.


 


La ley establece en el artículo 4, la posibilidad de que la empresa venda hasta el 49% de sus acciones. En su artículo 5 habilita que privados presten los servicios de transporte de la empresa. Esto sería una suerte de asignación directa, sin los controles que establece una concesión.


 


La extinta EPTM tenía 478 trabajadores. La nueva empresa tendrá solamente 180, sin obligación siquiera de que éstos pertenezcan al grupo actual. Para drenar los puestos de trabajo, la ley establece la posibilidad de abrir “retiros voluntarios” y una doble indemnización. El Estado no está obligado a reasignar a los antiguos empleados sobrantes en otras dependencias. Quienes no tengan otro destino, pasarán a disponibilidad y cobrarán sus salarios durante seis meses, al cabo de los cuales cobrarán una indemnización, como lo establece la ley para todos los casos de extinción de organismos estatales.


 


Los trabajadores de la nueva empresa de transporte pierden todas las conquistas obtenidas en el último período, entre ellas la estabilidad laboral, la participación obrera en el directorio, su mayoría en las comisiones de seguridad e higiene y, en el caso de las compañeras, pierden el día femenino, entre otros atropellos. La norma le otorga la representación sindical a la UTA -que apoyó el proyecto-, lo cual constituye claramente una regimentación estatal de la organización gremial interna de la futura empresa.


 


El trole no se va


 


Este proceso fue un factor de clarificación política sobre el rol del FpV, que en la sesión de Diputados aportó el quórum necesario, a sabiendas de que el oficialismo contaba con los votos necesarios para su aprobación.


A su turno, el senador de Libres del Sur se abstuvo. En su discurso, atacó a los gremios, a los cuales achacó “ver al Estado como el principal colocador de empleo”, y les reclamó “jugar otro rol en la situación política de la provincia”. Es decir, convertirse en colaboradores del gobierno del ajuste, como Libres del Sur, que integra la coalición oficial.


En esta batalla se plasmó la unidad gremial por la base en la EPTM, con excepción de la UTA, que jugó para Cornejo, lo cual explica la desafiliación de trabajadores en favor de ATE.


 


Los trabajadores y los referentes de ATE no sólo enfrentaron al gobierno, sino también el boicot de Roberto Macho, que les retiró las licencias gremiales a los compañeros del trole que integran la directiva. Los directivos de la empresa aprovecharon esto para intentar desarticular la resistencia de los trabajadores.


 


El Partido Obrero en el Frente de Izquierda impulsó una gran campaña pública contra la privatización, clarificando sobre las responsabilidades de los gobiernos peronistas y radicales que se alternaron en el poder y profundizaron el vaciamiento de la empresa provincial de transporte. Desarrollamos también el rol parasitario del empresariado del transporte mendocino subsidiado a nivel nacional y provincial, y sobre la necesidad de abrir los libros contables de la empresa.


 


La lucha continúa ahora por garantizar que ningún trabajador quede sin su puesto de trabajo, que todos sean reubicados y que se mantengan sus conquistas laborales y salariales.