Políticas

14/6/2017

Mendoza: muere obrero en bodega Doña Paula

Otro crimen patronal, en medio de los embates contra los juicios laborales.

Diputado Provincial del Frente de Izquierda - Partido Obrero


Como tantas veces ocurre, la muerte de un obrero no figura en la tapa de los diarios. Se podrá leer, con suerte, en un recuadrito en las páginas policiales, como un "accidente laboral".


 


Lo cierto es que Sergio Garro, de 27 años, obrero de la bodega Doña Paula de Ugarteche, murió este martes producto de la falta de medidas de seguridad en el trabajo. Cayó de un tanque de aproximadamente seis metros de alto.


 


Se descompensó cuando terminaba de limpiar ese enorme recipiente de fermentación. Sus compañeros lo llevaron al hospital en un vehículo particular, pero llegó sin vida.


 


Mientras mueren obreros porque las empresas no invierten lo que corresponde en medidas de seguridad, los voceros de las patronales se quejan del "elevado costo laboral" y quieren bajarlo aún más. Ese "elevado costo laboral" es el salario miserable que cobran la mayoría de los trabajadores, y las medidas de protección para evitar este tipo de muertes.


 


El salario inicial de un obrero de bodega, cuando tiene la "suerte" de estar en blanco, es de $ 9.183,65, por debajo de la línea de pobreza que ronda los $15.000.


 


Doña Paula pertenece al grupo chileno Claro, parte activa del proceso de monopolización y extranjerización de la industria vitivinícola de Mendoza de los últimos 20 años, que se abrió paso bajo los gobiernos del PJ y la UCR explotando obreros y fundiendo viñateros.


 


La muerte de Garro pudo ser evitada, como la de tantos otros. El gobierno provincial es cómplice de estos crímenes patronales cuando la Subsecretaría de Trabajo mira para otro lado cada vez que se denuncian la falta de medidas de seguridad y otros abusos.


 


Hace algún tiempo presentamos en la legislatura mendocina, con el apoyo de un amplio abanico de organizaciones sindicales, un proyecto de ley para la constitución de comités obreros de higiene y seguridad, pero fue “cajoneado” tanto por el oficialismo como por el silencio cómplice de la oposición trucha del PJ-FpV.


 


La muerte de Garro es una confesión de adónde se orientan Macri, Cornejo y las patronales cuando despotrican contra “la industria de los juicios laborales”.


 


Lo que está en juego son las vidas obreras y el Partido Obrero asume el desafío de la defensa de los trabajadores, sus condiciones de existencia y sus vidas.