Políticas

3/9/2019

Mendoza: un balance de las elecciones municipales

Tres plebiscitos peronistas y la sorpresa de San Martín

El domingo 1º de septiembre se realizaron las elecciones generales, para intendente y concejales, en cuatro municipios dirigidos por el peronismo (San Rafael, Lavalle, Tunuyán y San Martín). Los tres primeros fueron ganados en forma plebiscitaria por los intendentes peronistas, que fueron por su reelección. En tanto, en San Martín, el candidato de Cambiemos dio el batacazo y se impuso al caudillo del PJ Jorge Omar Jiménez, por casi 8 puntos.


Ya en las Paso de estos municipios, los intendentes peronistas habían esbozado un amplio triunfo, que se vio reforzado ahora por la “avalancha” de los Fernández en las Paso nacional, con la excepción de la ciudad de San Martín.


El FIT compitió en San Martín y Lavalle, mientras que en los otros dos municipios no logró superar en las Paso por muy pocos votos el proscriptivo piso del 3%.


Plebiscitos peronistas


En San Rafael, el peronismo se impuso con el 59,22% de los votos contra el 36,05 del candidato radical de Cambiemos y el 5,73% del candidato del Partido Demócrata. Al igual que en las elecciones de 2015 y 2017, el FIT y otras fuerzas no lograron pasar el piso proscriptivo del 3%.


En Tunuyán, el intendente justicialista Martín Aveiro cosechó el 73,25% contra el 26,75 de Cambiemos.


En Lavalle, Roberto Righi obtuvo el 62,8% de los votos contra el 30,77% del candidato radical y el 6,43% de la lista del FIT.


En ninguna de las tres intendencias los intendentes enfrentaron internas y cerraron acuerdos tempranamente con el sector camporista del PJ mendocino, que más tarde terminaría ganando la interna provincial.


La elección en San Martín


La derrota del peronismo en San Martín frustró el operativo montado por el peronismo, de cara a las elecciones provinciales del 29 de septiembre. El objetivo era mostrar triunfos plebiscitarios en todos los municipios peronistas. El médico radical Raúl Rufeil, fue el responsable de anotarle un triunfo a Cambia Mendoza.


La expectativa estuvo, justamente, concentrada en el municipio de San Martín, la “capital” del este mendocino con una fuerte presencia de la actividad rural y niveles de empobrecimiento brutales. Rufeil se impuso con el 50,37% (sube casi 20 puntos respecto a las Paso) contra el 42,72 del peronista Jorge Omar Giménez (sube 10 puntos en relación a las paso), el 3,6% del FIT (que recupera el tercer lugar) y el 3,3% del Partido Demócrata (una caída de más de 2 puntos). Se trató de una elección muy polarizada.


En las Paso, el intendente peronista había ganado por escaso margen su interna frente a Cristian Etem, un candidato “outsider” que fue por dentro del peronismo y logró conquistar el 22% del electorado general, quedando muy cerca de dar un verdadero batacazo. Etem centró su campaña en una violenta crítica tanto a la gestión municipal como a la provincial y nacional.


El peronismo se jugó con todo a ganar las elecciones generales municipales, incluso llevaron a CFK a un acto bajo la modalidad de la presentación de su libro. Una movilización desmesurada para el peso del municipio.


La derrota del peronismo en San Martín, sin embargo, no expresa una adhesión al programa de Cambiemos, sino más bien un repudio creciente a la gestión municipal. En los municipios aledaños a San Martín se replica un fenómeno parecido pero a la inversa, Cambiemos puede ser derrotado frente a listas peronistas, donde se destaca la de Gabriela Lizana (de Rivadavia), según los medios, la “Raquel Blas” de los pequeños productores.


El FIT creció levemente en relación a las Paso y marcó registros similares a los de las Paso provincial y nacional, aunque claramente por debajo de las elecciones de 2015. Un balance más profundo posterior deberá dar cuenta de las dificultades que encuentra el FIT en el este mendocino para hacer pie. Debemos destacar también que estamos experimentando una transición de una estructuración concentrada en los sectores juveniles urbanos a una que pone foco en las obreras y obreros rurales.


Los grandes desplazamientos electorales del este mendocino solo pueden ser explicados por la incapacidad de las fuerzas patronales para dar salida a una crisis a esta altura histórica de las relaciones sociales capitalistas del campo. Nuestro planteo de mercado único bajo el control de obreros y familias de productores no es otra cosa que el planteo de la reforma agraria que acompañado con la nacionalización del comercio exterior y la banca conforman un aspecto urgente para dar respuesta a los obreros rurales y las familias que viven de su trabajo.


Final abierto para las provinciales


Los resultados del súper domingo municipal de Mendoza confirman los esfuerzos por establecer una polarización entre el peronismo “unificado” detrás de la camporista Anabel Fernández Sagasti y Rodolfo Suárez, el candidato del oficialismo. Se trata de un final abierto.


Por el momento, no se advierte que los sectores influyentes de la patronal hayan decidido alinear a Mendoza con la transición nacional, pero tampoco se privan de colocar “huevos en todas las canastas”.


El Partido Obrero en el Frente de Izquierda, mantiene una campaña político electoral ininterrumpida desde abril, combinanda con las acciones de lucha del movimiento piquetero, los agrupamientos sindicales y los frentes juveniles.


Encaramos las cuatro semanas que restan a la elección general de la provincia con el objetivo de mantener nuestras posiciones parlamentarias, en la comprensión de que estas serán un reforzamiento de la influencia y estructuración creciente del Partido Obrero mendocino.