Políticas

25/6/1998|590

Menem, Duhalde y la Alianza buscan liberar a Videla

En su edición del martes 23, La Nación ‘adelanta’ que la Cámara Federal ordenará la liberación de Videla, aún cuando Marquevich disponga su prisión preventiva como ejecutor de un plan criminal para el secuestro de niños nacidos en cautiverio.


Este ‘adelanto’ forma parte de la feroz campaña por la liberación del genocida que el diario de los Mitre lanzó desde el mismo momento en que Videla fuera encarcelado. La ‘letra’ para esta campaña se la proporcionó el ‘demócrata’ Luis Moreno Ocampo, ex ayudante del fiscal del juicio a las juntas y asesor hoy de multinacionales y showman televisivo. Pero lo que revela la ‘noticia’, por sobre todo, es la existencia de un acuerdo político para desconocer, en nombre del ‘orden jurídico’ y del ‘estado de derecho’, la montaña de nuevas evidencias, pruebas y confesiones que prueban la responsabilidad directa del alto mando militar en el secuestro de los bebés nacidos en los ‘chupaderos’ de la dictadura.


En su defensa del aparato armado del Estado capitalista, estos ‘demócratas’ pisotean los más elementales principios del orden jurídico. Esto por la simple razón de que los crímenes por los que se acusa a Videla y compañía todavía se siguen cometiendo: los bebés que fueron secuestrados recién nacidos son hoy jóvenes a los que se les niega su identidad y su familia. Están vivos y continúan secuestrados. Son, hasta el día de hoy, desaparecidos.


El ‘adelanto’ de La Nación no es, sin embargo, la única evidencia del acuerdo político que están tejiendo los ‘demócratas’ para liberar a Videla y enterrar las investigaciones sobre el secuestro de bebés, que deberían continuar con el llamado a declarar y la acusación sobre decenas de militares en actividad. Según varios diarios, Menem habría asegurado a Balza que la liberación de Videla será una ‘señal’ para terminar con las investigaciones.


Para estos ‘demócratas’, la liberación de Videla es tanto más perentoria en la medida que cada día surgen más pruebas y nuevas confesiones revelando el carácter sistemático y metódico del plan, con origen en las fuerzas armadas norteamericanas, para secuestrar a los hijos de los desaparecidos. Y, además, porque bajo el impacto de las revelaciones de los brutales crímenes cometidos contra mujeres embarazadas y niños indefensos, crece el reclamo del encarcelamiento de los genocidas. Según las encuestas, el 80% de la población es partidaria de “rever la política seguida por los gobiernos constitucionales en materia de derechos humanos”. En otras palabras, de que se anulen la Obediencia Debida, el Punto Final y el Indulto y todos los asesinos vayan tras las rejas.


En esta conjura no sólo están metidos Menem, Balza, La Nación y la Cámara Federal. Moreno Ocampo es un público y notorio simpatizante de la Alianza, que ha evitado pronunciarse sobre la conspiración de los ‘demócratas’ para liberar a Videla y enterrar las investigaciones. Es decir, que la Alianza actúa como un perfecto encubridor de los conspiradores y, por lo tanto, como un conspirador más.


La Alianza, precisamente, acaba de emitir un comunicado donde plantea la formación de un ‘gobierno de concentración nacional’, es decir, un gobierno de unidad con los menemistas y sus cómplices. La Alianza no puede negar el amplio acuerdo que tiene con la política menemista, que ya se puso en evidencia el pasado 24 de marzo, cuando sus legisladores votaron, junto con los menemistas, la confirmación –hipócritamente denominada ‘derogación’– de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.


Ahora, como si esto fuera poco, la Alianza se apresta a dar quórum para la aprobación de la ‘reforma impositiva’, que amplía el cobro del IVA a numerosos productos de consumo masivo y mete la mano en la coparticipación de las provincias.


En relación con esta ‘reforma impositiva’ reclamada por el FMI, es posible ver de una manera descarnada la profundidad del acuerdo de la Alianza con la política menemista. Los economistas de la Alianza reflotaron el viejo planteo de Machinea, economista de la UIA y del radicalismo, de rebajar los aportes patronales de los exportadores, algo que el proyecto original de ‘reforma impositiva’ no contempla. Inmediatamente, el menemista Redrado, en el Buenos Aires Económico, respaldó la idea. Y ahora es el propio Roque Fernández el que presta su acuerdo a la rebaja de aportes patronales reclamada por los aliancistas.


Detrás de la conspiración para la liberación de Videla, asoma un amplio acuerdo político entre el menemismo y sus ‘opositores’, que éstos justifican diciendo que ‘hay que unirse frente a la crisis internacional’. Negro sobre blanco, los aliancistas van a salvaguardar todo el esquema menemista de privatizaciones, negociados, especulación bancaria, desocupación y flexibilización laboral.


El Partido Obrero llama a los trabajadores y a la juventud a organizar una gran movilización nacional para derrotar la conspiración de los ‘demócratas’, para impedir la liberación del asesino Videla, para que se extiendan los juicios; por la anulación de la Obediencia Debida, el Punto Final y los Indultos y para poner tras las rejas a todos los responsables de crímenes contra el pueblo .