La semana pasada. Domingo Cavallo estam­pó su firma en un acta que regala a Iberia el grueso de las acciones de Aerolíneas Argentinas que estaban en poder del Estado argentino y que autoriza a Iberia a vaciar la empresa. En un solo acto, el ministro incurrió en dos delitos penales, sin que ningún juez se haya dado por enterado.

El acta autoriza a Iberia a aumentar su participación en el capital de Aerolíneas, sin poner un dólar. Para esto “capitaliza” las deudas que Aerolíneas tenía con Iberia por la compra de la propia Aerolíneas. Con este pase mágico Iberia se alzó con el 85% de las acciones y la participación del Estado en la empresa se redujo del 43 al 15%. Todo esta magia significa una cesión gratuita a Iberia de las acciones que tenía el Estado, algo que Cavallo anticipó en febrero pasado cuando sostuvo que “el gobierno no hace cuestión de valor sobre el paquete accio­nario que posee” (Página 12, 2/2), lo que llevó a Ambito Financiero a decir que “Cavallo quiere regalar acciones de Aerolíneas” (3/2).

El segundo fraude es que el gobierno liberó a Iberia del cumplimiento del plan de inversiones, y le otorgó el “go(ce) de la libre y total disponi­bilidad de sus activos…”.

En síntesis. Como Aerolíneas sigue tan quebrada como antes, porque Iberia no puso ni un peso, y no está obligada a Invertir un peso, y hasta puede vender sus activos, Cavallo terminó de completar el regalo de Aerolíneas para que Iberia proceda a su vaciamiento.

Cavallo sabe perfectamente que este es el plan de iberia, porque en España los diarios comentan a viva voz que Iberia “busca un salva­vidas en la norteamericana United Airlines” (El País. Madrid. 27/2). Juan Saenz, vicepresidente de Iberia, declaró que ‘ espera reducir su presencia en Aerolíneas en el futuro” (Gazeta Mercantil. Brasil 19/2) y ’flexibilizar” la flota de aviones “que tienden a operar con el 50% de la flota propia y el resto con aeronaves alquiladas” (Página 12,18/3). 

El significado del acuerdo, entonces, es una malversación del patrimonio público y una cana blanca a Iberia para que vacíe la empresa.