Políticas

26/6/2014|1320

Milani: más testigos y pruebas en su contra

Milani más testigos y pruebas en su contra


Nuevo testigo de crucial importancia. En la audiencia pública en que se volcó su testimonio se adoptó un importante plan de acción.

Una nueva testigo de crucial importancia brindó su testimonio en el Congreso: según contó, el militar que comandó el operativo ilegal de su secuestro bajo la dictadura fue el teniente general Milani.

Verónica Matta se apersonó a la audiencia pública convocada por los diputados Néstor Pitrola y Pablo López, del Frente de Izquierda, al enterarse que estaría presente Graciela Ledo, hermana del desaparecido Alberto Agapito Ledo, a quien Matta había conocido. Matta contó que reconoció a Milani, cuando lo vio por primera vez en la televisión, como el joven militar que había comandado su apresamiento en La Rioja cuando ella era una estudiante secundaria y tenía 17 años.

Matta fue detenida un mes después de la desaparición de Alberto Ledo y recluida junto a otros activistas estudiantiles en el Instituto de Rehabilitación Social, un centro clandestino riojano, en una suerte de “Noche de los lápices” local.

“Esa noche yo estaba durmiendo cuando el ruido de unos autos me despertó -recuerda Matta. Salí por el balcón y vi tres autos con militares armados. Mi viejo subió a mi cuarto y me avisó que me buscaban. Me vestí con bastante parsimonia mientras los militares esperaban en la sala. Bajé y vi toda la escena. Había hombres más grandes, todos con armas. Mi viejo preocupado hablaba con ellos. Había una figura que contrastaba con el resto de los presentes. Era un jovencito vestido de militar, muy puesto, carilindo, y que llevaba la voz cantante. Le decía a mi viejo: ‘No se preocupe, doctor’. Mi papá preguntaba: ‘¿Pero a dónde la llevan?’. ‘No le podemos decir, doctor’, respondía (…) También lo vi mientras estaba detenida, cuando me trasladaban para un interrogatorio, mi venda quedó baja y lo pude ver: era el mismo joven militar de mi detención, estaba dentro del centro clandestino”.

El testimonio de Matta es muy comprometedor, pero no es el único hecho que agrava la situación de Milani. Las actas que le solicitan al juez la declaración indagatoria del jefe del Ejército señalan que está probado que Milani era subteniente en el Batallón de Ingenieros de La Rioja; que fue afectado a Tucumán a partir de mayo de 1976 e integraba el área de Inteligencia; que Ledo era su asistente personal y que Milani confeccionó el sumario que acusó a Ledo de deserción, cuando en realidad había sido desaparecido. Lo más importante: que Ledo estaba sindicado por informes de inteligencia como un militante del PRT-ERP y que por eso había sido trasladado de La Rioja a Tucumán junto a Milani, para ejecutar su desaparición. Los abogados querellantes sostienen que Milani, en tareas de inteligencia, no podía ignorar el informe que sindicaba a su asistente personal como militante del ERP. Para los representantes de la familia Ledo, existe semiplena prueba de su participación en la desaparición del conscripto.

En la audiencia pública en que se volcó este testimonio se adoptó un plan de acción -viaje de diputados a La Rioja, sesión especial en el Congreso- para continuar la campaña por la destitución del jefe de ejército. Las pruebas sobran: Milani se tiene que ir.


Diego Rojas