La convocatoria a la movilización del próximo domingo ocupa un lugar destacado en muchas prensas de izquierda, con titulares como “¡Marchemos este 24 de marzo!” (El Socialista), “Contra la impunidad de ayer y hoy” (Avanzada Socialista), o “Contra el espionaje y las persecuciones” (La Verdad Obrera).

Otro tema importante es la campaña electoral. Luego de nuevas actividades públicas entre Carrió y Solanas, el MST deja claro que no se quiere quedar afuera. Así, informan de una charla en la Legislatura con participación de “Pino”, Bodart, Enrique Viale, Graciela Muñiz y Rocío Sánchez Andía (de la Coalición Cívica). El leit motiv electoral lo comenta Bodart: “La defensa de todo lo público (sic) está entre los temas básicos de una alternativa unitaria para disputar contra los dos gobiernos”.

Libres del Sur, por su parte, anuncia para el martes 19 la presentación, junto a la Coalición Cívica-ARI, de “un acuerdo político en dirección a las elecciones legislativas”, el cual “contemplará que sus partidos trabajen conjuntamente en todos los distritos del país, promoviendo una gran unidad opositora de las fuerzas populares, progresistas y democráticas, alrededor de un programa común”, que no es explicitado. Ese programa incluiría la devaluación de la moneda (repetidas alusiones al “atraso cambiario”) y otras medidas de ajuste. Tumini tildó de expresión de lo “viejo” al acuerdo Carrió-Solanas, mientras teje un acuerdo con Prat-Gay, ex banquero.

El PCR denuncia, en el editorial de Hoy, que los “rivales” de los K “apuestan a una fractura dentro del frente gobernante, y/o arrastrar a las fuerzas populares hacia una nueva Alianza”. A renglón seguido informa, sin embargo, que sostiene “conversaciones con las fuerzas populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas, para su unidad en frentes en cada provincia y municipio”- una referencia, fundamentalmente, al FAP. La referencia a la formación de una “Alianza”, queda en la ambigüedad.

En relación con las elecciones, Izquierda Socialista llama a pelear “contra el gobierno y la oposición patronal”, y a plantear, “en el terreno electoral”, “un modelo alternativo al servicio de las grandes mayorías”, una expresión por lo menos extraña para el clasismo. El PTS no otorga espacio al tema electoral.

Respecto del nuevo Papa, Marea Popular dio a conocer una declaración curiosa. Empieza reivindicando a Bergoglio, que “pertenece a la orden de los jesuitas, asociada a una prédica humanista”, y cuyo nombre de Papa remite a “San Francisco de Asís, un rebelde de otros tiempos”. Es llamativa la reivindicación de los jesuitas por parte de una corriente vinculada con el indigenismo, considerando el rol que la ‘evangelización’ católica, y el jesuitismo en particular, tuvieron en la sujeción de los pueblos originarios (la América India) y la cruenta ‘guerra cultural’ que libraron contra ellos. Para contrapesar “lo bueno” con “lo malo”, Marea manifiesta su “preocupación” por los vínculos de Bergoglio con la dictadura, y su combate al aborto legal y al matrimonio igualitario.

Para el PTS, hay un “fortalecimiento” de la Iglesia, “institución reaccionaria”, y es un “incentivo para la oposición patronal más que para el kirchnerismo”.