Políticas

10/9/2020

Misiones: aumento salarial para la represión y no para los trabajadores

En los primeros días de septiembre el gobierno provincial acordó una suba salarial del 85% para los policías de Misiones. El acuerdo se dio después de una movilización de los policías y sus familiares a la casa de gobierno y en un tiempo exprés en relación a otras luchas en curso que se vienen sosteniendo hace muchos meses.

La cuestión policial y el ajuste a los trabajadores

Aunque ya habían recibido un aumento salarial, a inicios de este mes los policías activos y pasivos, junto con sus familiares iniciaron un reclamo exigiendo llevar el aumento a un 100%. A diferencia de los reclamos de trabajadores de la educación y la salud, el gobierno se dispuso receptor a las negociaciones y al día siguiente realizaron una oferta de más del 85%. Producto del acuerdo, este mes un agente de policía tendrá un sueldo de más de $44.000. Un ingreso de miseria si tenemos en cuenta que la Canasta Básica Total llega a $70.000. Sin embargo, los $44.000 significan un ingreso privilegiado en relación con los sueldos de los trabajadores misioneros.

Hablamos además de una organización cuyo fin es reprimir y mantener el poder de la clase dominante y que además de los ingresos en blanco se autofinancia con el del crimen organizado, del narcotráfico y la trata de personas, además de coimas y extorsión.

A pesar de que el gobierno renovador y sus medios hegemónicos tratan de mostrar una provincia con números ordenados, desendeuda y con pago de salarios en tiempo y forma, esto es posible por el enorme ajuste que viene aplicando sobre los trabajadores de la provincia, que se expresa en el congelamiento de salarios, la reducción de la plana permanente, la precarización laboral, el parate de la obra pública y una enorme presión impositiva sobre los pequeños empresarios que terminan absorbiendo los trabajadores. En este contexto de ajuste a los trabajadores, de pactos coloniales a nivel nacional, de aumento de la deuda pública provincial con el Estado y sus organismos y habilitación para tomar deuda con privados en el 2021, sumado a las consecuencias actuales y posteriores de la pandemia, sólo se puede ver un horizonte donde la crisis se agrava aún más. Conocemos la orientación de los partidos gobernantes, y es que la crisis la paguen los trabajadores, por eso es que ante la posibilidad de que los conflictos se agraven, necesitan un brazo represor leal y obediente.

La lucha de los trabajadores misioneros

Mientras el Estado garantizó un gran aumento salarial privilegiado a su aparato represor, los trabajadores reciben sueldos de hambre, desde los precarizados municipales que ganan $12.000 por mes, los docentes que de salario inicial apenas llegan a $25.000 con un 40% del sueldo en negro. Ni hablar de los trabajadores de la salud, donde los enfermeros precarizados de la fundación Parque de la Salud ganan $23.000 por mes.

Hace meses que estos trabajadores están luchando por su trabajo, su salario y su jubilación. Sin embargo el Estado los ignora y los somete a condiciones de explotación enormes. Por eso es que las medidas de fuerza que van llevando adelante se van radicalizando aún más y ahí está la razón de por qué buscan la lealtad de sus soldados para responder con toda la fuerza que tiene para reprimir las movilizaciones.

Mientras el Estado condena a la miseria a sus trabajadores y a la indigencia a los jubilados, arma a sus soldados para que estén disponibles para reprimir las luchas obreras. Por eso llamamos a la unidad de los trabajadores ocupados y desocupados, activos y pasivos para organizarse con más fuerza contra el gobierno y sus planes de hambre, ajuste y represión, para conquistar un salario igual a la canasta familiar, para alcanzar el pase a planta, para recuperar las cajas jubilatorias, por el 82% móvil para los jubilados, por un salario de emergencia lo que dure la cuarentena y por todas nuestras reivindicaciones.