En el acto central de la “jornada de movilización” convocada por el CTA y el Congreso del Trabajo y la Producción, realizado a metros del Monumento a la Bandera, se congregaron entre 1.300 y 1.500 manifestantes (la prensa fue tremendamente benigna con sus organizadores, atribuyéndoles el doble de concurrencia). No hubo paro, no hubo asambleas, no hubo columnas de envergadura. La jornada pasó desapercibida para los trabajadores, pero esto porque así lo quisieron sus convocantes.

La tribuna estuvo virtualmente monopolizada por los empresarios del CTP, con Volando como figura central, acompañado por los representantes del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y de las Apymes. Estos últimos, bajo el slogan común de una “Argentina para todos”, reclamaron “un cambio de política económica para favorecer el mercado interno”, lo que significa subsidios, rebaja impositiva (Pacto Fiscal) y devaluación. La representación de “lucha” del movimiento obrero fue reservada, en soledad, al dirigente marysanchista Tessa (AMSAFE Rosario), rechazando a los dirigentes de la CGT San Lorenzo y a la interna del Banco Provincial, en lucha contra la “privatización” y el ataque a la estabilidad. “Edgardo Quiroga, secretario general de la CGT San Lorenzo, histórico protagonista de este tipo de protestas, explicó que la entidad no vendrá a Rosario porque ‘no hemos sido invitados oficialmente’ y porque ‘se le negó un lugar entre los oradores a Carlos Perro Santillán…’’. Por su parte, el ceramista Béliz, adjunto de la misma central… aseguró que ‘no asistirán por falta de invitación y porque —recalcó— no coincidimos, además, con los postulados de algunas de las entidades convocantes, cuyos intereses no son los de los trabajadores’ (La Capital, 8/12).

En la propia marcha, los compañeros de la interna del Banco Provincial nos comentaron que ellos propusieron que una de las columnas de la “movilización” pasara frente al Banco para realizar allí un acto en defensa de los reclamos que levantan los trabajadores, y los organizadores se negaron.    La convocatoria no puso ningún empeño en llevar la iniciativa de la “jornada” al seno de las organizaciones obreras o a los trabajadores. La propaganda se ciñó a la televisión, la radio y los diarios. Los dirigentes nacionales del Frente Grande (Chacho Alvarez, Mary Sánchez) estuvieron pero no subieron al palco, lo que les habría sido impuesto por los empresarios del CTP para no “politizar” el encuentro; es decir, para no apostar a una única carta de una variante política y electoral que, si se mide por este acto, está en franco retroceso.

Volando, quien cerró el acto, sintetizó la posición llamando a “todos los partidos democráticos a unirse para derrotar a Menem en el ’95”.