El reguero de actos, inauguraciones y recitales que prepara el gobierno para el próximo 24 de Marzo está en relación directa con sus fracasos y capitulaciones en materia de derechos humanos. Cuando Kirchner se suba al avión que lo conduzca al acto de La Perla, en Córdoba, terminarán de cumplirse seis meses de la desaparición de Jorge Julio López. López ya no merece ni menciones por parte de los funcionarios oficiales, incluso después de que Kirchner, cuando desapareció Gerez, dijo saber “quiénes son y por qué lo hacían”. Sugestivamente, los juicios a los represores no avanzan, o sea que los secuestradores están obteniendo el nuevo punto final que reclamaban.

 

¿No ocurre lo mismo con la megacausa de las tres A? La burocracia sindical largó una campaña de amenazas, reclamando que “no toquen a Perón” y principalmente, a ella misma, puesto que varios de los “gordos” actuales tuvieron probada participación en los secuestros de delegados obreros. Pero bastó esa advertencia para que el “vocero” Kunkel eximiera a Perón y a Isabel de toda responsabilidad en los crímenes, y para que cesara toda agitación oficial en la materia. Mientras tanto, la causa “triple A” ha quedado librada a las camarillas judiciales: si se acepta la apelación de uno de los represores detenidos contra la carátula de “crimen de lesa humanidad”, los más de seiscientos casos presentados prescribirán definitivamente. Los indultos a los genocidas, por su parte, cumplirán otro año sin que el “gobierno de la memoria” los derogue. En el Congreso desierto, la oposición de “centroizquierda” celebrará, con una nueva sesión frustrada, otro de sus fracasos.

 

Cuando se corte la cinta de “La Perla”, Kirchner-Filmus acabarán de premiar con un cargo a legislador al responsable del mayor crímen de Estado contemporáneo, el doctor Aníbal Ibarra. En Santa Cruz, seis presos políticos habrán cumplido catorce meses de detención.

 

En Haití, los “grupos de tareas” enviados por Kirchner continuarán participando de las peores violaciones de derechos humanos que se ejecutan, en este caso, por indicación de Bush.

 

Nuestra política

 

El acto de “recuperación” de La Perla —principal campo de concentración de la dictadura— es, en este cuadro, una operación de encubrimiento, con beneficiarios directos incluso dentro de la propia provincia. Kirchner celebrará el 24 de Marzo con De la Sota, quien integró el lote de gobernadores que se ausentó de la “reapertura” de la Esma (2004), con el argumento de que “debe reivindicarse toda la memoria, y no sólo una parte”. Las “celebraciones” también tendrán lugar en la Capital, donde el gobierno prepara un acto-festival en la Plaza de Mayo, con el único propósito de bloquear la marcha y el acto independiente y de lucha que se prepara para ese día, en ese mismo lugar.

 

En este cuadro, vamos a desarrollar la oposición al encubrimiento kirchnerista como una gran campaña política dirigida a toda la población, antes y durante el 24. El Encuentro Memoria Verdad y Justicia ha votado una semana nacional de lucha (ver recuadro), con actividades previas en todo el país. El Partido Obrero participará de ellas, y también desplegará iniciativas de agitación en los municipios y distritos: con mesas callejeras, actos en estaciones y terminales, charlas en los locales, colegios y universidades.

 

Hay que trazar por medio de una enérgica agitación la línea demarcatoria entre el “enkubrimiento” y la lucha. El 24, movilizamos masivamente por el juicio y castigo a los culpables de la represión dictatorial y del terrorismo de Estado de las tres A; por la aparición con vida de López; por los miles de casos de gatillo fácil; por Cromañón; por el retiro de las tropas de Haití; por la libertad de todos los presos. Esta es la tarea planteada.