Cuando uno se pregunta hasta dónde puede llegar el MST en su política divisionista y contraria al frente de izquierda, hay que ver lo que viene haciendo en Tartagal a partir de la pueblada. Cuando el Partido Obrero, junto a un sector independiente de los dirigentes del corte, impulsó un proceso de asambleas para hacer un balance de aquella experiencia y fijar un plan político-reivindicativo, que colocara a los dirigentes de la pueblada como alternativa política independiente, el MST saboteó las convocatorias y luego se autoexcluyó, en línea con la negativa que su dirección nacional hizo a la propuesta del PO.

Saboteando activamente la formación del Frente de los Trabajadores en Tartagal, se lanzó a formar uno de los cinco sublemas de la “Agrupación Federalista Popular de Tartagal”, que sería encabezado por hombres de la Comisión de Vecinos. La agrupación municipal es una escisión del Partido Renovador del Capitán Ulloa, está liderada por un sector de empresarios de la madera local y señala como una de sus ‘virtudes’ que “‘dejará’ en libertad de acción a sus afiliados para votar por quienes quieran en los cargos departamentales y nacionales”.

El MST promueve un sublema con algunos dirigentes de la pueblada, pero que acumulará en favor de quienes dirigen este partido patronal, y que públicamente se han declarado en favor de los microemprendimientos, experimentados y fracasados en la zona, de la flexibilización laboral. Pero por sobre todas las cosas, el MST impulsa esta política para dividir e impedir el desarrollo de la única alternativa independiente de lucha, representada por el Frente de los Trabajadores, en el que se ha agrupado el sector más consecuente de la Comisión de Vecinos que dirigió el corte de la ruta 34 y que tiene un programa y una política independiente, en función de los intereses de los explotados.

La posibilidad de que una parte del voto opositor se canalice por esta agrupación, que no enfrenta a Romero ni a Menem, cuenta con el guiño del oficialismo y hasta de sectores del clero, que buscan evitar a toda costa que en el terreno electoral se fortalezca el Frente de los Trabajadores como alternativa independiente y combativa de los luchadores. En la misma línea, el romerismo y la ‘Alianza’ Salteña (UCR-PR-Frepaso) buscan incorporar a piqueteros en sus listas para ‘blanquearse’.

Quienes vienen proclamando a nivel nacional su propuesta de un “gran Partido de los Trabajadores” están mostrando en Salta el contenido proburgués de esta propuesta, saboteando un importante reagrupamiento de luchadores que se viene dando en la provincia, en el marco del FT.