Políticas

5/7/2007|999

MST: La concepción es el obstáculo

El MST dice en su prensa (Alternativa Socialista N° 455) que el FIT cordobés “constituye un serio obstáculo para poder avanzar hacia un frente unitario y amplio de la izquierda a nivel nacional”. En la misma página, párrafos más abajo señala como “un ejemplo alentador el caso de Tucumán, donde los compañeros del PC y del MST están acordando la presentación de una lista común como Izquierda Unida para las elecciones de agosto”.


Repugnante. El frente entre IS y el PO de Córdoba enfrenta al juecismo, al cual apoya el partido comunista, el aliado del MST; se opone la estafa de la consulta de Juez (a la que apoyan el PC y el MST), que promueve una “empresa mixta” del agua; el 24 de Marzo protagonizó una marcha multitudinaria independiente de Kirchner, De la Sota y las agrupaciones de DDHH cooptadas (mientras el MST marchó con el gobierno); acaba de realizar un acto de mil personas con la presencia de todos los movimientos de lucha combativos de la provincia; arrancó con un 6% de intención de voto en las encuestas; viene precedido por el 6% alcanzado por el PO en Villa Allende. Este frente de contenido obrero independiente obviamente es visto como un obstáculo por parte del MST, porque el MST tiene un propósito diferente —un frentismo democratizante a la cola de la burguesía nacional. Por esta razón, el MST no puede sumarse a esta construcción política de IS y el PO.


No sorprende entonces que el MST salude un frente en Tucumán con el partido comunista de Heller, que apoyó al kirchnerismo en la Capital. El frente del MST-PC en Tucumán es un frente para destruir a la izquierda como expresión socialista de la clase obrera. Está motivado por una necesidad de enfrentar el desarrollo del PO, que conquistó dos diputados en la Constituyente del año pasado. Más allá de su carácter oportunista, el frente con el PC, en estas circunstancias, delata el carácter contrarrevolucionario que es propio de una secta.


El MST sabe perfectamente que el PC está con la alianza de Binner y los radicales en Santa Fe, y con la concertación entrerriana y la riojana (donde están sonoros representantes de la burguesía —desde el ARI hasta los radicales de Lavagna). Pero también sabe que el PO tucumano es un importante partido de los explotados de la provincia y que obtuvo más de un siete por ciento y conquistó dos constituyentes, que son figuras de alcance popular e hicieron un enorme trabajo de denuncia del régimen capitalista en esa Asamblea Constituyente. Que prefiera en estas circunstancias ‘entenderse’ con el partido comunista de Heller, habla por sí solo. ¿Seguirá el MST llamando al PC “partido crediccop”?


Aquí tenemos el retrato antiobrero y antisocialista de esta “nueva izquierda” que, dice el MST, “abandona la denuncia sin propuestas” (sic) y sabe “trabajar con quien piensa distinto, estando dispuesto a aprender de los demás” (ídem). Todo depende de quiénes son “los demás”. ¡¡¡El MST ha salido a ‘aprender’ del partido comunista!!!


La izquierda únicamente se puede construir como fuerza revolucionaria por medio de la conquista política de los mejores activistas de la clase obrera —no de aglomeraciones sin principios, incluso con los agentes del régimen, como es el caso del partido comunista. Así lo han entendido los mejores activistas de las luchas populares cordobesas: de la Clínica Junín, de ATE, de telefónicos, de la Fucsia docente, de los jubilados y de la Comisión del Agua, que ven en el FIT una herramienta para la lucha política de su clase.