Políticas

6/11/2008|1062

MST, sucursal de la Comisión de Enlace en Santiago Del Estero

En la provincia más campesina del país, es muy difícil no hacer referencias a la cuestión agraria y sus conflictos. Mario Castillo, dirigente del MST de Santiago, casi lo consigue sin embargo. En un largo artículo publicado en Alternativa Socialista (nº 486), le dedica un único párrafo. Señala que “Zamora apoyó a los Kirchner cuando le metieron la mano en el bolsillo y salieron a enfrentar a los chacareros y los pueblos del interior que reclamaban por sus derechos, cultura y subsistencia”. Castillo omite que Zamora jugó a dos puntas en el conflicto: apoyó a K pero también, a través de Rached, apoyó al “campo”. En todos estos años, Zamora gobernó a favor de la sojizacion del campo santiagueño, con el apoyo de K. La consecuencia es una enorme concentración de la tierra a manos de grandes pulpos, lo que significó la expulsión y represión de centenares de campesinos pobres. Zamora es más sojero que toda la Mesa de Enlace junta.

Castillo y el MST han reducido la lucha de clases en el campo santiagueño a la pugna de los grandes terratenientes con el gobierno sobre el nivel de retenciones. Ignoran (¡ni más, ni menos!) la lucha que los campesinos pobres vienen llevando desde hace décadas contra los terratenientes y los gobiernos de turno.

La crítica de “autoritario” al gobierno de Zamora (lo mismo dice del gobierno K) no es una crítica de clase; se emparenta con el discurso (por ciento que demagógico) de la derecha; lo mismo hace la Sociedad Rural (y ahora a los grandes bancos de las AFJP), porque les han tocado una parte de las ganancias. El MST hace chirolismo patronal.

Castillo no plantea ninguna reivindicación a favor de los campesinos pobres como tampoco ningún planteamiento agrario provincial. Para el MST, el ataque de los terratenientes a los campesinos minifundistas -que ha asumido la forma de una guerra civil larvada- se maneja en el Comité de Enlace.