Políticas

27/8/2009|1097

Multicanal y Cablevisión ‘a la espera’ de la ley audiovisual

La Corte Suprema decidió volcarse a favor de la oposición patronal sojera y en contra del gobierno nacional, en este caso ayudando a Clarín en la fraudulenta fusión entre Cablevisión y Multicanal.

La homologación que el máximo tribunal hizo de un acuerdo entre Cablevisión y sus viejos acreedores postdevaluación de 2002 “dio vía libre a su fusión con Multicanal”, según los cables de agencia del martes 25.

Acreedores de Cablevisión, no conformes con los términos de la renegociación de esa deuda –que incluyó la intervención irregular de testaferros y violó la ley de bienes culturales–, accionaron en los Tribunales en 2004. Después de recorrer todo el espinel judicial, la Suprema Corte cierra este caso.

La decisión de la Corte marca el grado de dispersión del poder político en el país. Al tomar partido por la oposición, le quita armas al kirchnerismo y marca una tendencia cuyo horizonte no está claro aún, pero que la pone objetivamente en el terreno de los “destituyentes”.

Por otro lado, la Justicia viene dando reveses al Poder Ejecutivo en el terreno de las telecomunicaciones, como impedirle que intervenga en forma ejecutiva en Telecom Argentina mientras se resuelve su futuro. Ahora, la Corte auxilia a Clarín en uno de los puntos centrales para el pulpo, como es su negocio del cable, que hoy le reporta la mitad de sus ganancias.

demás, la Corte resolvió este asunto dos días antes de que el gobierno ingrese al Congreso el proyecto de ley de medios audiovisuales. Así, Clarín entra en esta pelea más fuerte de lo que el kirchnerismo hubiera deseado.

El gobierno esperaba que la Corte Suprema diese un fallo exactamente contrario al que resolvió. El ministro Randazzo venía desde hace meses haciendo lobby ante ella con ese fin (El Cronista, 11/3). Al gobierno le quedan otros caminos si quiere insistir en la impugnación de la fusión de las cableras, pero son más tortuosos, como disposiciones del Comfer o de la Secretaría de Comunicaciones.

Así, el plan de rediseñar el mapa de las telecomunicaciones argentinas a partir de la ley de medios y el debilitamiento de Clarín podría perder fuerza. Finalmente, los pulpos monopólicos que podrían sacarle parte del pastel a Clarín –en especial Telefónica– medirán el valor de las acciones del kirchnerismo antes de embarcarse en un barco que podría naufragar. Mejor que eso sería quedarse en tierra y negociar el lugar de cada cual bajo el sol.

Paul Castañeda