Políticas

2/10/2008|1057

Municipios Bonaerenses: Intendentes contra el pueblo

La FAM, la federación que agrupa a los intendentes bonaerenses oficialistas, ha vuelto a ratificar su oposición al proyecto de paritarias municipales promovido por el diputado del Frente para la Victoria y titular del gremio municipal (Fesimubo) de Avellaneda, Rubén García.

La transición política no deja títere con cabeza. En la reunión estuvieron, entre otros: Pereyra, de Varela; Giustozzi, de Almirante Brown; el ex secretario de los municipales de Ensenada, Mario Secco; Darío Díaz Pérez, de Lanús; Espinosa, de La Matanza, y Othacehé, de Merlo. En este punto no hay discrepancias entre los intendentes K, pejotistas y “del campo” que se oponen por igual a que se establezca una negociación colectiva provincial y un piso salarial para las 134 comunas.

En todos los municipios han habido reclamos y huelgas por el salario. Según el diario El Día, Scioli tampoco quiere las paritarias. El gobierno provincial y las intendencias ya se habían puesto de acuerdo a fines de agosto para hacer caer la sesión de la Legislatura que debía derogar la 11.757. Ese día, más de 6.000 municipales de toda la provincia de Buenos Aires marcharon a La Plata exigiendo la derogación de la “Ley Duhalde” que mantiene la prescindibilidad, recortó las vacaciones y achicó la bonificación por antigüedad del 4 al 1%.

El ‘defol’ provincial, que tiene su eslabón más explosivo en los municipios, es un factor de la crisis política bonaerense. Intendencias como la de Junín y Mar de Plata tienen sus propias negociaciones con organismos financieros internacionales que auditan las cuentas de la comuna. Nuevamente está en discusión el aumento de la coparticipación bonaerense, ahora en las condiciones del terremoto financiero internacional, mientras los intendentes presionan por subsidios y ATNs al gobierno nacional.

En tres intendencias K, los concejos deliberantes votaron contra el proyecto de reforma previsional de Scioli que el gobierno terminó retirando en medio de grandes marchas de docentes, estatales, médicos y judiciales. La propia FAM le bajó el pulgar a la Reforma Constitucional bonaerense, una jugada de los Kirchner para llevarlo a Scioli encabezando la lista de convencionales. No es sólo una cuestión de roscas, los intendentes de la FAM temen que una maniobra de este tipo unifique a la oposición, se repita lo de Cafiero en el ’88 y una derrota termine arrastrándolos. Como sea, la línea de flotación, como llama el gobierno a Scioli, está más pinchada que nunca. Buenos Aires tiene un rojo de 6 mil millones y ha sido el escenario de una gran rebelión salarial y en defensa del IPS.

Los intendentes invocan la falta de recursos para afrontar el reclamo de los municipales mientras están largando, uno tras otro, una nueva ola de aumentos de las tasas. El impuestazo del 50% anunciado por el “nacional y popular” Barba Gutiérrez está provocando un repudio generalizado en Quilmes que puede terminar mandándolo a la casa. En Quilmes se ha abierto claramente una crisis de poder municipal. La lucha contra el impuestazo y por asambleas populares y en las barriadas es un gran eje de organización y deliberación popular. Defendamos la paritaria municipal y un piso salarial único de 1.600 pesos de básico.