Nacimos en los ochenta

Estamos condenados a la devastación, al sufrimiento. Nacimos en un país gobernado por una oscura dictadura que hacía temer hasta de respirar, llegó al poco tiempo una democracia que hacía pensar que todo mejoraría. Sin embargo, lo que hizo fue hacernos ver lo contaminado que dejó al país la dictadura militar, dejando vivos a los corruptos políticos, sindicalistas, hombres sin ninguna moral, códigos desaparecidos y una vergüenza olvidada, entregadores de grandes hombres argentinos hoy olvidados porque nunca los encontramos.

Cuando empezábamos a despertar de nuestra niñez inocente observamos cómo nuestros padres quedaban sin trabajo, sin dignidad social, y conocimos la palabra “privatización” (después comprendimos que era fuga de capitales al exterior, fuimos vendidos como esclavos en el mejor término despectivo y trágico). Un despertar de una niñez no tan común, padres que se deprimían y ahogaban en el alcohol, muertes ocultas, sufrimientos que la prensa se ocupó de esconder al mejor estilo de la dictadura.

Pasaron los noventa, trágicos para muchos pueblos, hoy fantasmas, y la clase media trabajadora prácticamente desaparecía. La delincuencia cubría de dolor a miles de familias, la educación negada muy bien disimuladamente y nosotros empezábamos a ver la devastación de nuestro país, a conseguir nuestro primer empleo “los que tenían suerte” y descubrir que las leyes del trabajador prácticamente habían desaparecido. Muchos de nuestros padres murieron en la pobreza absoluta después de haber vivido en una clase media trabajadora prácticamente hoy extinguida.

-Nací en 1982. Dejé de estudiar, como muchos de mi clase, porque mi padre no podía pagar mi facultad e intenté trabajar y estudiar, terminé en una fábrica que me esclavizó sin dejarme salir. Hoy estoy desempleado tras tres años tirados, en un encierro claustro, soy uno más de los que nacimos en los ochenta. Algún gobierno escuchará a la clase trabajadora o tendremos que cortar rutas como esos hombres que se dicen federalistas lo tienen todo: avionetas privadas, camionetas 4×4, esos hombres que mataron a nuestros indígenas para quedarse con sus tierras, que nos traicionaron en la Patagonia rebelde, sos que estuvieron en las campañas de Rosas, Roca, para que hoy tengan sus tierras, o estuvieron con los políticos de turno, transando para desalojar comunidades indígenas de sus tierras.

En este país, vendido por los políticos y sindicalistas de turno, lo único que nos queda es luchar por una equidad social. La clase trabajadora no tiene que ser manipulada otra vez, luchemos por nuestros derechos perdidos, los que nos quitaron. Por lo que nos corresponde luchemos.

S. B. P. (despedido de Renault)