Políticas

19/12/1996|524

Navidades a pan, agua y lucha

Desde la fábrica Aurora, en Ushuaia; Las Lajas, en Neuquén; mecánicos, ATE, Luz y Fuerza y docentes, en Córdoba; telefónicos, Pami, jubilados, choferes, chacareros y desocupados, en todo el país; la guerra contra el menemismo es sin cuartel.


Una guerra declarada contra la ‘flexibilización’, el hambre, la falta de trabajo, el derrumbe de la educación, la entrega de la salud, el hundimiento nacional.


El gobierno y los capitalistas que lo sostienen, se debaten en su propia podredumbre de corrupción y delito. Ni ellos creen en el futuro del sistema que nos condena a la miseria.


Los trabajadores debemos hacer frente a esta situación con nuestra política, con nuestras organizaciones a nuestro servicio y con nuestros dirigentes seleccionados por nosotros. Después de dos gigantescos paros generales, las burocracias de la CGT, MTA y CTA viven la ‘santa’ tregua que les exigió el nuevo episcopado, cuya primera ‘homilía’ fue contra la continuación de las huelgas.


El clero es la bisagra de todo el régimen; entre la burocracia sindical y el gobierno; entre Yabrán y Cheek; entre las masas y el Estado. El ‘mensaje ecleciástico’ ha servido para mayores despidos de trabajadores estatales (Inta, Fabricaciones Militares, Inti), para la entrega de los convenios de trabajo, las indemnizaciones y las obras sociales; para la privatización de aeropuertos; para más explotación y desocupación.


Sólo saldremos adelante con nuestra política: Fuera Menem, que el gobierno pase a las manos de un congreso de trabajadores de base, que se encargará de establecer un plan económico y político de rescate nacional.


No saldremos adelante con Alfonsines o ‘Chachos’, que se han convertido al anti-chilenismo para ocultar su apoyo a la entrega de los aeropuertos al imperialismo yanqui, y para ocultar su completa pasividad ante el arrasamiento de los derechos laborales.


Nuestra consigna a los compañeros obreros y campesinos de Chile no es ‘fronteras’, es ‘a desalambrar’.


La ‘ética’ Fernández Meijide acaba de votar el ingreso al Senado de Massaccesi. Es con estos procedimientos sucios que quieren lograr la coalición radical-frepasista para las elecciones. Pero son demasiado arribistas para entenderse ‘democráticamente’.


Tendremos una Navidad de mierda, a pan y agua, pero también será, por sobre todo, una Navidad de lucha. Así, con lucha y con nuestra política, no con la de ellos, tendremos un 97 victorioso.