Las grandes crisis, con quiebras y derrumbes económicos, han sido también el terreno para realizar grandes negociados. Es lo que está ocurriendo con los negocios inmobiliarios en el campo santiagueño, ante la caída de sus precios como resultado del derrumbe del precio de la soja. Estas operaciones inmobiliarias, que aprovechan la rebaja del precio de la tierra, han dado mayores bríos a la política de expulsión y represión a los campesinos pobres que diversas organizaciones han venido denunciado últimamente. Según Nuevo Diario (28/10), “la crisis financiera internacional ha generado importantes inversiones inmobiliarias en la provincia, en el sector rural, no así en el urbano. Las operaciones registradas en el último tiempo oscilan los 5 millones de dólares y en algunos casos superan esta cifra, tratando de resguardar el capital”.

Se trata de gente que está invirtiendo el dinero que estaba guardado en los bancos, muchos de ellos argentinos y otros extranjeros. El fantasma del “corralito” parece generar este importante movimiento económico en la provincia.

Juan Pablo Coronel, de una consultora agropecuaria, informó a Nuevo Diario que a partir de la crisis en todas las Bolsas del mundo, han empezado a recibir mayores consultas para inversiones de este tipo.

Respecto a las zonas que prefieren estos inversores, explicó que se reciben solicitudes por la zona de secano, para la agricultura. También hay consultas (menores) por la zona de riego.

Coronel explicó que antes de las crisis la demanda era mayor, pero que ahora es más específica y por cifras que antes eran difíciles de encontrar. “Los productores locales no están invirtiendo porque, además, no están vendiendo la soja (…) las inversiones vienen por otros capitales”.