Las elecciones a concejales por Neuquén Capital dieron lugar a un “empate técnico” entre el MPN y el UNE, que obtuvieron el 23,16% y el 22,92% respectivamente. “Amargo triunfo del MPN” tituló el diario Río Negro (24/8): desde hace casi una década, el MPN ocupa 10 de las 18 bancas del Concejo Deliberante; con estos resultados – muy por debajo de su piso histórico del 30% en la ciudad– , de cinco bancas que ponía en juego perdió dos y con ello la mayoría en el Concejo. La lista que apoyó el actual intendente salió tercera, con el 17,26%.

De la elección participó apenas el 55% del padrón habilitado, un 23% menos que en las legislativas del 28 de junio. La participación baja más en las barriadas de la zona oeste, la más populosa de la ciudad y también la más alejada de los lugares de votación.

La elección estuvo dominada por los aparatos electorales. A modo de ejemplo, el MPN contó con 900 vehículos que “arrearon” electores durante toda la jornada (obtuvo 20.400 votos). Por otra parte, según estimaciones periodísticas, el UNE gastó unos 6 millones de pesos en su campaña, profusa en largos spots televisivos y radiales. El UNE pagó $150 por fiscal para cubrir las 550 mesas habilitadas.

“Internas abiertas”

Las fuerzas en las que se apoya la gestión del intendente radical Martín Farizano se presentaron separadas en tres listas: el frente UCR-PJ (encabezado por un peronista K), el UNE y Libres del Sur; reunieron casi el 50% de los votos. El candidato del UNE y actual secretario de gobierno municipal, Mariano Mansilla, reveló que “fuimos nosotros los que tuvimos la idea de que había que ir a internas abiertas” (LMN, 24/8).

Mansilla construyó su carrera política como abogado de Aten y de las “tomas”, a las que prometió todo tipo de planes de vivienda, y pasó a convertirse en la figura fulgurante del gabinete de un gobierno que reprime a los sin techo y ha llevado los negocios inmobiliarios por las nubes. El diputado nacional Claudio Lozano apoyó expresamente al UNE y a Mansilla.

El Partido Obrero y la izquierda

En relación con el 28 de junio, perdimos 1.200 votos en la capital, aunque mantuvimos exactamente el mismo porcentaje (1,71%). El “frente” PTS-IS-MAS obtuvo el 1,42% para diputados nacionales, ahora 1,39%. El PH nos aventajó por apenas 28 votos y el MST salió último, con el 0,7%.

Los resultados electorales son mezquinos en relación con la vigorosa campaña que desarrollamos, superior incluso a las legislativas.

La nómina que encabezó Patricia Jure estuvo integrada por docentes, obreros de Zanón, delegados de Uocra, trabajadores petroleros y del Parque Industrial, luchadores del movimiento por la vivienda, artistas, profesores y estudiantes universitarios. Esta campaña electoral nos permitió obtener progresos importantes. Los obreros de la obra Mari Menuco, una de las más importantes de la obra pública de la provincia, que venían de una gran lucha, firmaron por decenas un pronunciamiento en apoyo a la candidatura en las listas del Partido Obrero de su delegado, Gabriel Figueroa. En plena campaña, el PO tuvo una destacada intervención en la lucha contra el tarifazo, en la movilización a la Legislatura por la expropiación de Zanón y en la gran huelga de los obreros rurales. También trabamos nuevas relaciones con “tomas” en las cuales hicimos reuniones y asambleas, algunas muy numerosas.

La banda de rock La Moto, muy popular en la provincia, apoyó públicamente a nuestra lista (un hito en sus 19 años de trayectoria, porque nunca se habían pronunciado antes en apoyo a un partido político) y participaron de nuestro acto de cierre de campaña, que reunió 250 personas, el más numeroso que hayamos realizado en mucho tiempo. Finalmente, el domingo 23 de agosto triplicamos la cantidad de fiscales que tuvimos el 28 de junio.

Los compañeros que se incorporaron a esta batalla política, reclutados al calor de la intervención del PO en la lucha de clases de Neuquén, están llamados a convertirse en nuevos constructores del Partido Obrero, en voceros de una alternativa obrera y socialista frente a la debacle del capitalismo.

Jacyn