¡Asamblea general! ¡Ocupación de toda empresa que suspenda o despida!

Las patronales petroleras de Neuquén anunciaron la friolera de 1.300 despidos: 300 que ya habían sido informados y 1.000 telegramas que están a punto de ser concretados.

Indignados, los petroleros realizaron una asamblea masiva, de 2.000 compañeros, frente a la sede del sindicato en Rincón de los Sauces.

Los despidos se precipitaron ante el vencimiento de los “acuerdos de paz” suscriptos entre el sindicato, las petroleras y los gobiernos provincial y nacional en noviembre pasado. Por estos acuerdos, el gremio admitió suspensiones a cambio del mantenimiento de los puestos de trabajo y frenó toda demanda salarial. A partir de entonces, 3.000 compañeros fueron suspendidos con el 70% del salario, sin viáticos ni viandas, lo que rebajó sus ingresos aproximadamente a la mitad.

Mientras, Guillermo Pereyra, secretario general del sindicato petrolero de Neuquén y Río Negro, esperaba “mejorar” las remuneraciones de los suspendidos con la renovación de los acuerdos a partir del 31 de marzo. La realidad vino a meterse por la ventana: se confirmó nuestra denuncia de que las suspensiones no eran otra cosa que la antesala de los despidos.
Estamos en presencia de un fracaso doble, porque, por otro lado, se prorrogaron los contratos de la provincia con las petroleras, en momentos en que Repsol distribuye entre sus accionistas “ganancias” en efectivo, un ¡400%! superiores a las liquidadas en 2007.

El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria con los despedidos adentro y el sindicato dejó en suspenso paros programados de 24 y 48 horas. Pereyra “insta” a Sapag y a Saiz (los gobernadores de Neuquén y Río Negro) “a que se involucren en la búsqueda de una solución de nuestras empresas y sus trabajadores” (La Mañana, 28/3). Sin embargo, como recoge un periodista, “muchos (operarios) aseguraron que el paro debía ser a la ‘vieja escuela’, sin dar mayores explicaciones”.

Impulsemos la asamblea general del gremio y plenarios de delegados para votar la ocupación de toda empresa que suspenda, despida o cierre. Ningún despido o suspensión. Por el reparto de las horas de trabajo sin afectar los salarios.

Por la nacionalización de los hidrocarburos bajo control de los trabajadores.

Jacyn