Esta mañana, la justicia dispuso el allanamiento y la detención del Secretario Gremial de UPCN, Edgardo Oñate, quien permaneció durante dos horas privado de su libertad. 

En el marco de la investigación judicial iniciada a raíz de los hechos ocurridos el miércoles pasado frente a la sede del Ministerio de Seguridad, Ambiente y Trabajo, cuando un efectivo policial disparó contra el delegado de UPCN, Luis Bastidas, el fiscal Horacio Maitini pretende imputar a Oñate y a los manifestantes de UPCN por supuestas “lesiones graves agravadas” contra un efectivo policial. Se trata de un delito que prevé penas entre 3 y 10 años de prisión.

El abogado de UPCN denunció que el allanamiento y la detención fueron ilegales, ya que se realizaron sin la presencia del fiscal ni tampoco existió una orden de allanamiento ni  una notificación previa.    

Esta persecución se produce en el marco de un fuerte lobby policial para dejar impune el ataque criminal que casi le cuesta la vida a Bastidas. El gobierno del MPN se hizo eco condenando “todo tipo de violencia”, poniendo un signo igual entre la protesta y el gatillo fácil policial. Esa postura fue avalada en la Legislatura por los bloques del PRO, la UCR y el Frente Renovador. 

Al policía Fabian Escobar, quien gatilló con su arma reglamentaria contra el delgado gremial, le revocaron la prisión preventiva y le otorgaron el beneficio de la prisión domiciliaria en Chos Malal. El viernes la policía marchó por el centro de Neuquén para reclamar la impunidad para Escobar y policías implicados. Durante la movilización también quedó expuesta una interna policial, pues la columna de los efectivos iba encabezada por una bandera que denunciaba al jefe de la fuerza, Liria, como corrupto.   

La detención de Oñate no podría haberse realizado sin la venia del gobierno, que necesita de una fuerza represiva cohesionada para enfrentar la creciente conflictividad social y por eso la respalda públicamente. Ahora, judicialmente, quieren transformar en victimarios a las víctimas.    

Abajo la persecución sindical. Investigación y castigo a los efectivos y a la cadena de mando responsable de la represión, abajo el estado represivo del MPN.