Excepto el menemista La Mañana del Sur, ningún medio pudo ocultar la impresionante movilización de más de 7.000 compañeros que se desarrolló el 24 de Marzo en Neuquén.

El Partido Obrero aportó una columna de más de 150 compañeros que, luego del acto unitario, marchamos hasta la Casa de Gobierno; allí habló Jorge Mora.

El acto central, organizado por la filial local de Madres de Plaza de Mayo, sólo tuvo oradores de organismos de derechos humanos; fueron excluidos dirigentes de otros organismos en lucha, como los ceramistas o los desocupados, y los partidos de izquierda.

Los oradores hicieron discursos atemporales, sin referirse al problema central de la actualidad: el intento golpista de Duhalde y el FMI. Incluso, sólo el orador de Hijos repudió la presencia de una columna del PJ, encabezada por la diputada Norma Miralles, ferviente defensora de la pena de muerte con tormento previo. La “adhesión” del PJ desató una chiflatina memorable.

A la hora del cierre, la oradora de Madres puso especial énfasis en no comenzar a hablar hasta que los partidos de izquierda, y en particular el PO, plegaran sus carteles. Esta preocupación por la presencia del PO, pero no de los indultadores del PJ, es un síntoma desgraciado en un acto de tamaña magnitud porque hace perder el hilo central de la lucha presente: contra el gobierno de los amnistiadores que conspiran con el FMI para reprimir el “conflicto social”, es decir para meterle palos, también, a todos los que estaban arriba del escenario.