Políticas

12/9/1995|464

Ni Yabran/González, ni Cavallo/Meijide

candidato a senador PARTIDO OBRERO, lista 62

Las elecciones para elegir al tercer Senador de la Capital se han convertido en un campo de batalla de las facciones enfrentadas en el seno del gobierno. En el caso porteño, el “sublema” de Cavallo va “por afuera” del PJ: Graciela Fernández Meijide, del FREPASO, se ha transformado en su representante, contra el aliado de Yabrán, Erman González.

 

El centroizquierda enfatiza, por este motivo, su oposición personalizada “contra Menem”; para dejar claro que no es contra el gobierno como un todo, y la lucha contra la “corrupción”. La pretensión de que Cavallo representa la “democracia” (Frepaso) y Menem la “justicia social” (Bauzá, González) es la forma más distorsionada y engañosa de presentar un enfrentamiento entre distintos monopolios capitalistas.

 

No es un secreto que el Citibank y el First Boston-Credit Suisse vinieron a pedir por Cavallo. Están en disputa  los últimos negocios de la “privatización”. Los “menemistas” han lanzado un nuevo asalto de la Capital con el negociado de la “aeroísla”. El Ministerio de Economía, por su lado, ofrece las últimas “joyas de la abuela”, como son los bancos provinciales y las centrales eléctricas. Juntos disputan el negociado de la privatización de la salud.

 

Asistimos a una fractura en el frente de los explotadores que han lucrado en común con la miseria social más extensa de la historia del país. El operativo de presentar a Cavallo como expresión de la moral y las buenas costumbres contra los mafiosos es una “truchada” o un  negocio. El ministro no ha disimulado su apoyo a la candidata Meijide: “No bajemos los brazos ahora, señora…”, le dijo, según la difusión que hizo “La Nación”.

 

La candidatura “centroizquierdista” carece de programa; ni siquiera plantea la anulación de las privatizaciones fraudulentas que llevaron a la quiebra financiera al municipio, ni la defensa del hospital público, ni la oposición a la reforma educativa pactada con el Banco Mundial y Quarracino. Al revés, ha acordado con el gobierno y los radicales una futura elección de “estatuyentes” sin representación proporcional (para eso divide la capital en distritos que elegirán tres representantes).

 

Ninguno de los“demócratas”  en competencia plantea la distribución de las horas de trabajo contra los despidos y un seguro al parado igual a la canasta familiar. Alfonsín acaba de declarar que ante la magnitud de la crisis política no conviene “echar leña al fuego” atacando “desmedidamente” al gobierno. Los “anticorruptos” del centroizquierda y del radicalismo tampoco plantean que se abran las cuentas del estado y de las grandes empresas para investigar los desfalcos y los chanchullos y para poner en evidencia dónde están los recursos que se le niegan al pueblo trabajador.

 

En esta denuncia está planteado el programa de una candidatura obrera independiente. Fuera los Menem-Cavallo y sus camarillas de explotadores capitalistas; que la crisis la paguen ellos.