Junto a la mentada (y hasta ahora desconocida) grilla salarial anunciada por Ibarra y las burocracias de Sutecba y ATE, salió el decreto 584, al que los estatales porteños han denominado de “jubilación compulsiva”. Por este decreto “el gobierno porteño quiere jubilar al 10% de los empleados públicos” (Clarín, 21/5). La misma amenaza se cierne sobre 60 mil docentes por teños. Lo harían con un 40/50% de lo que ganan ahora.

El gobierno dice que así se “liberaría la planta permanente al ingreso de niveles generacionales más acordes con el funcionamiento de la administración, con un consecuente incremento del empleo en el ámbito de la ciudad”. Es falso, porque el decreto no abre el ingreso a planta permanente de los contratados. Sólo en el ámbito del gobierno porteño hay 15 mil contratados, más pasantes y concurrentes (que trabajan gratis).

Como cebo, Ibarra promete pagar una “gratificación” especial, en hasta 20 cuotas.

Para que el trabajador pueda (y quiera) acceder a la jubilación, debe blanquearse todo el salario y establecerse un ingreso de cese equivalente al 82% (móvil) del salario del trabajador en actividad.