Políticas

11/11/2017

No al negociado inmobiliario y las torres en Catalinas Sur

Audiencia pública por Catalinas Sur 2


Este miércoles 7 se realizó en la Legislatura Porteña una audiencia pública por el  convenio entre la Nación y la Ciudad que permite un fenomenal negocio inmobiliario en los terrenos aledaños al complejo de viviendas Catalinas Sur, en el barrio de La Boca. El gobierno presentó sin tapujos ni justificación alguna un plan de construcción de torres para oficinas y comercios a la medida de los pulpos inmobiliarios como el Grupo IRSA y Consultatio. Los edificios se construirían con una altura de 75 metros sobre la avenida Brasil y sobre las calles Gualeguay y Caboto, al menos unos 150.000 metros cuadrados de construcción. A cambio de esto la ciudad recibiría 20 millones de dólares.


 


Alrededor de 100 vecinos se hicieron presentes movilizándose en rechazo del convenio, en defensa de la vivienda popular, los espacios verdes y de recreación. Durante la audiencia quedó claro que el proyecto se realizó de espaldas a los vecinos, al barrio, sus necesidades y configura un verdadero ataque a la identidad y traza original de Catalinas Sur. Es un intento de  extender Puerto Madero hacia el sur de la ciudad. Agrava esta situación que la nueva traza se lleva puesto un club de tenis y un jardín de infantes. El convenio es violatorio de la ley de clubes de barrio, no pasó por la Cámara de Diputados y diversas asociaciones vecinales presentaron amparos al respecto.


 


Este proyecto es parte del intento de transformar el barrio de La Boca en un corredor turístico y está acompañado de los cientos de desalojos que vienen creciendo en el barrio desde principio de año. Mientras los vecinos de Asentamiento Lamadrid luchan por la construcción de las viviendas comprometidas por el IVC (Instituto de Vivienda) desde hace años, se suman las familias desplazadas de sus hogares que acampan sobre Pedro de Mendoza hace meses. Otro caso paradigmático es el de las 17 familias del Pasaje Grotte de la Cooperativa la Nueva Esperanza que aguardan que se les facilite el crédito inmobiliario para sus actuales viviendas luego de haber conseguido frenar un desalojo. Para los negociados urbanos hay presupuesto, pero para las familias de La Boca no hay soluciones. Este escenario de expulsión del barrio crece en la medida que avanza el Metrobús del Bajo hacia el barrio, incrementando la voraz especulación inmobiliaria.


 


Defendamos el derecho a la vivir en el barrio de La Boca


 


Estos negociados no sólo afectan a los vecinos de Catalinas Sur y de los conventillos de manera directa, sino también a quienes alquilan y deben enfrentar la suba del valor de las propiedades, el incremento de las expensas y ABL. La entrega de las tierras de Casa Amarilla destinadas a viviendas por parte del gobierno de la ciudad a Daniel Angelici y el Club Boca para la construcción de un estadio shopping, dejó en evidencia el nivel de compromiso del macrismo con estos negociados.  Esta política es posible gracias a que el kirchnerismo, junto a Cambiemos, vota las leyes de entrega de tierras fiscales desde hace años en la ciudad.


 


Hay que enfrentar los negociados inmobiliarios, la expulsión de los vecinos de sus viviendas y del acceso al trabajo. Es el Estado el que debe garantizar obras y mantenimiento que faciliten el acceso de los vecinos su propia vivienda, refinanciando las obras de la Ley 341 y de la Ley 2240 por ejemplo. Los vecinos de La Boca deben profundizar la movilización y organizarse de manera independiente del gobierno y las fuerzas políticas que sostienen el ajuste, uniendo los reclamos de Catalinas Sur con el de las familias desalojadas y el resto del barrio. Impulsando conjuntamente una campaña por un plan de viviendas sociales, contra los desalojos, contra el negociado inmobiliario y las torres en Catalinas Sur.