Políticas

29/4/1999|624

“No firmar ninguna adhesión a la autogestión hospitalaria”

Reportaje a Luis Martínez Negri, candidato a intendente

¿Cuál es la situación del Hospital Público en Salta?


Existe un Plan, rigurosamente pautado, para transformar a los principales hospitales provinciales en organismos descentralizados de Autogestión, conforme a una política coordinada desde el Gobierno Nacional y signada por el acatamiento a la voluntad del Banco Mundial. Los resultados concretos ya se sienten en la ‘tercerización’ de los servicios auxiliares del Hospital San Bernardo y el Instituto Oñativia, en la aplicación de aranceles a la atención médica y en la reducción presupuestaria que se dispuso para el año en curso, tanto en el rubro Personal como en el de insumos generales.


Los Hospitales del Interior están incluidos en el decreto de la Gobernación, y la materialización de las medidas es solo cuestión de tiempo, dependiendo del grado de resistencia social que encuentren y de la implementación de una Estructura de Servicios adecuada que, claro está, se pagará primero con el dinero de los contribuyentes y será auto(di)gestionada después.


Merece considerarse la notable ignorancia que el personal médico y paramédico del interior de la Provincia exhibe en relación al tema, y la habilidad con que el doble discurso, las evasivas, la mentira y el amedrentamiento directo por presiones y amenazas son usadas para mantener y ocupar la confusión. Esta tarea es realizada directamente por los personeros del oficialismo y recibe el silencio cómplice y satisfecho de los dirigentes de la Alianza, relevados por ahora de hacer el trabajo sucio pero dispuestos a continuarlo cuando les llegue el turno.


Además del daño directo al enfermo, bajeza más allá de cualquier comentario, es necesario destacar y avisar claramente a la gente, que el personal de servicios tercerizados queda lisa y llanamente desvinculado de la Administración Pública (es decir, pasa a ser un desempleado más) y que es necesario NO FIRMAR ningún documento de adhesión o aceptación a nada que proponga la Dirección de Personal de los Hospitales.


¿Cuál es tu balance con respecto a la Alianza en Salta y en el resto del país?


Es verdad que no los une el amor sino el espanto. El espanto de que no quede nada en el fondo, cuando les llegue a ellos el turno de cucharear la olla. Y en ese caldo de espanto se cocina el maridaje de los candidatos ansiosos del‘viejo partido’ con el vértigo desorientado de los frepasistas y el regusto a sangre de verdugo en la tropa del marinero.


La soberbia de unos, la derrota moral de otros y el extravío de unos pocos, sin embargo, tiene un lugar común: todos apoyan el ‘modelo’. Todos son esclavos de la misma falange. Todos engañan a sus confiados seguidores y están dispuestos a continuar siendo la cloaca de las relaciones carnales y el resumidero que ahogue las esperanzas del pueblo.


¿Qué expectativa plantea la campaña del PO?


Está claro que ningún gobierno que no nazca de un cambio de clase dirigente, con un basamento auténticamente obrero y una decidida orientación antimperialista será capaz de alterar el curso de la Historia. También está claro que no cambiar el curso de la Historia nos llevará a un definitivo desastre dado que el Sistema Capitalista está agotado y es incapaz de dar soluciones a las urgencias de la hora. Pero entre sus estertores finales no vacilará en bañar de muerte el haz de la Tierra antes que arriar sus banderas. La proyección internacional de un auténtico movimiento de los trabajadores es una esperanza cierta para el futuro de la Humanidad.


Nuevamente haré referencia a nuestro medio y a los dirigentes que nos visitan, que es lo que conozco. Hay, ciertamente, objetivos estratégicos muy claros y cohesionados, provenientes de los centros del Partido, con grandes líneas de elaboración a nivel nacional expresadas con amplitud. Me preocupa en cambio las fallas tácticas en el pensamiento de los cuadros intermedios, atribuibles a la misma dinámica electoral, donde se sigue apreciando más al polemista que destruye a su adversario que el trabajo que procura convencer a un partidario posible. El Partido debe crecer, y para ello ha de extenderse y penetrar en los medios más disímiles y, especialmente, a mi entender, en el ámbito estudiantil y universitario, para lo que es necesario que lógica y discurso se adecúen a las nuevas exigencias de los tiempos. En ese sentido se ha expresado recientemente el compañero Jorge Altamira en su visita a nuestra zona, y es imprescindible que el tema sea motivo de reflexión y análisis por parte de todos.