Acorralada por la intransigencia del gobierno, la burocracia de la Ctera se ha visto obligada a lanzar un paro nacional de 48 horas para el 6 y 7 de marzo, los dos primeros días de clase. A pesar de los reclamos de todos los sectores de la oposición multicolor, Ctera se negó a extender la medida al 8, y sumarla al paro internacional de mujeres convocado para ese día. Hasta el mes de abril, presentó un verdadero cronograma –sin más paros– para desactivar y aislar las luchas provincia por provincia.

 

La oferta oficial se mantuvo en el 18% para todo el año, dividida en cuatro cuotas de 4,5% cada una, lo que supone un aumento trimestral que, para el maestro de grado, oscila en los $300,  cuando sólo el aumento en la tarifa de la luz o el gas alcanza o supera a esa cifra en cualquier hogar obrero. Además, Macri-Bullrich-Vidal y los gobernadores –especialmente los del FpV/PJ–, les negaron la convocatoria a la paritaria nacional.

 

Ficción de plan de lucha

 

El gobierno macrista y todos los gobernadores atacaron con munición gruesa a los docentes, a los que Vidal acaba de hacer responsables del deterioro educativo. La gobernadora de Buenos Aires le tiró todo el peso del Estado a los trabajadores de la educación con el objeto de quebrar la disposición de lucha que anida en la base docente.

 

Vidal anunció que no hay más plata que para ese aumento de pobreza de 4,5 por ciento por trimestre. A su vez, la Cámara de Apelaciones provincial dictaminó que descontar los días de paro es legítimo y la frase de la gobernadora –"ninguna maestrita me va a torcer el brazo”–, augura que puede apelar a la represión si lo considerara necesario. Así actuaron de conjunto el gobierno K de Tierra del Fuego y el gobierno nacional cuando arrasaron  en aquella provincia con un campamento que los docentes habían montado frente a la gobernación.

 

La dirección Celeste de Ctera, lejos de responder con toda la fuerza organizada del gremio, ha resuelto un paro aislado y un remedo de plan de acción que en la segunda semana establece acciones en las provincias como clases públicas, la tercera una nueva Marcha Federal sin paro, y la cuarta participar de la marcha el 24 de marzo.

 

No puede sorprender, entonces que la semana pasada, el gremio de base de Ctera de Misiones, conducido por la Celeste, haya firmado un acuerdo de miseria del 13 por ciento en cómodas cuotas.

 

En el día de este anuncio del “no plan” se realizó el  congreso de Ctera. En él, los delegados de la oposición combativa del país le reclamaron a la dirección de la central que repudie públicamente ese acuerdo, y lo propio plantearon en sus asambleas del Suteba los compañeros de Tribuna Docente el día anterior. La respuesta de la burocracia yaskysta fue avalar esa entregada histórica.

 

Crece la bronca en todo el país

 

Otro es el ánimo de la docencia del país. En Tierra del Fuego, Santa cruz, Neuquén, parte de Chubut, se votaron medidas de 72 horas de paro con continuidad. En Santa Fe, la provincia de Sonia Alesso, los cinco distritos más numerosos votaron por 72 horas semanales de paro con continuidad, mandato que, sumado a otro de paro indeterminado, prácticamente superaron los votos obtenidos por la Celeste en la asamblea provincial de Amsafé.

 

Alesso ganó con el fraude de los distritos y de las ciudades más alejados, en los que no se pudo controlar la elección. En Buenos Aires, los Sutebas muticolores paran 72 horas y exigen asambleas y cotinuidad del plan de paros, igual que el plenario nacional opositor, que reunió a representantes sindicales de prácticamente todo el país, y que votó continuar con no menos de 48 horas de huelga la segunda semana. Lo mismo vale para Ademys de Capital. Es el sentimiento que reina en todas las provincias.

 

No Inicio de 72 horas y plan de lucha con continuidad, hasta obtener los reclamos

 

Por un salario básico nacional  unificado de 15.000 pesos, por el pago en forma de los salarios adeudados; respeto a todas las categorías del Estatuto Docente; nacionalización de la educación; que el Estado nacional se haga cargo del sostenimiento de la educación; por la triplicación del presupuesto educativo.; defensa de las jubilaciones docentes; fuera la precarización del trabajo docente; defensa de la escuela pública.

 

Por una paritaria nacional que coloque a la base docente en un plan de lucha de paros progresivos hasta la huelga general, en defensa de sus reclamos.