La revista En Marcha (noviembre del ‘98) de la Corriente Patria Libre dedica una página entera a la detención de Pinochet, para denunciar que “genera el antecendente de la extraterritorialidad de la justicia por crímenes de lesa humanidad… una trampa porque el carácter de estos crímenes los determinan los jueces de los países imperialistas”

Patria Libre suscribe de este modo el mismo argumento que los Menem, De la Rúa, Chacho Alvarez o Lagos, quienes declararon su “placer personal” por el encarcelamiento, pero la inconveniencia de violar la soberanía chilena.

El artículo está enteramente destinado a demostrar que la detención en Londres del chacal chileno y su posible juzgamiento en España es, en realidad, una”maniobra perversa, amaga pegar por izquierda pero que está destinada a constituirse en una herramienta privilegiada para perseguir con un manto de legalidad a todos los luchadores antiimperialistas del planeta”. Pero la justicia no precisa de esta clase de antecedentes para juzgar y encarcelar a militantes populares. Para Patria Libre el “ex (¿?) dictador ya está viejo y lento de reflejos para entender las nuevas situaciones que se desarrollan en el mundo”. P.L. apoya las declaraciones de Fidel de que “lo meten preso a Pinochet que es un dictador que ya fue”. Pero esto le cabría también a Videla, Massera, Agosti y a todos los escrachados: para P.L. las “nuevas situaciones” serían que el imperialismo ha decidido entregar a sus agentes. Es por eso que el largo artículo no denuncia lo que constituye la verdadera perversidad del hecho: las presiones infernales de Estados Unidos, y del propio imperialismo europeo, para que Pinochet… no sea juzgado y vuelva a Chile.