Políticas

31/10/2002|778

No pueden gobernar

Más allá de los apetitos personales y de la lucha de intereses, la quiebra en el peronismo es la manifestación de una definitiva incapacidad de gobernar.


Ha provocado la mayor crisis industrial y la mayor desocupación de la historia, y ha creado niveles de pobreza inimaginables.


Trataron de mantenerse en pie organizando la represión y la matanza de piqueteros. Cuando el pueblo reaccionó al crimen de Puente Pueyrredón, adelantaron la convocatoria a elecciones.


Pero tampoco pueden llevar adelante este planteo. Armaron “internas” para asegurarse el continuismo, pero no contaron con su propio dislocamiento. Pretenden reconstruir a la Argentina sobre las viejas bases podridas de los privatizadores, banqueros y el FMI, lo que sólo puede ocurrir con nuevas y mayores crisis y convulsiones.


El peronismo pretendió ser la última estructura de “partido” que quedaba en pie luego de la bancarrota capitalista y la rebelión. Está probando todos los días que la pretensión es completamente infundada.


Es necesario tomar conciencia de esta situación realmente histórica y sacar las conclusiones.


No vienen al caso las candidaturas y los “votos-bronca”. La cuestión del momento es que el gobierno usurpador y antiobrero, y sus legisladores cómplices de todas las tendencias internas no pueden pilotear ni siquiera la salida prevista por la Asamblea Legislativa.


Hay que reunir a las asambleas y ganar la calle.


Para que se vayan todos y un gobierno de las organizaciones en lucha convoque a una Asamblea Constituyente soberana.