Nos presentamos en Carlos Paz, Yacanto y Santa María de Punilla

En las vísperas de un nuevo ascenso de la izquierda


El pasado 28 de junio se realizó una nueva tanda de elecciones municipales en el interior cordobés. El Frente de Izquierda se presentó en Carlos Paz, Yacanto y Santa María de Punilla, obteniendo muy buenos resultados.


 


En Santa María, la lista organizada por IS, que llevaba a Marcela Martín, delegada del Hospital Domingo Funes, como candidata a intendente, obtuvo el 6,3%. En Yacanto, la lista impulsada por el PO obtuvo el 8% y Alejandro Martín, reconocido activista ambiental, quedó a sólo trece votos de ingresar como concejal. En Carlos Paz, la lista que llevaba como primer candidato a concejal al docente del PO, Germán Ordóñez, obtuvo el 3%.


 


En Carlos Paz, que es la cuarta ciudad de la provincia, nos presentamos por primera vez y nuestra lista se conformó en su mayoría por jóvenes; el grueso de la militancia del PO no pudo integrarla porque tenía menos de 18 años. No obstante ello, desde la intendencia y la Policía se estableció una feroz persecución sobre nuestra lista. El gobierno “vecinal” integrado por radicales, juecistas, ARI y socialistas, y apoyado por una parte del PRO y parte del kirchnerismo, impuso prácticamente la prohibición de hacer campaña, incluso con la represión de la policía que controla la “ruta de la droga”. Sólo el PO y el Frente de Izquierda enfrentamos esta política y, en base a denuncias, agitación y movilizaciones logramos que se reconociera el derecho de las agrupaciones políticas a difundir sus ideas libremente. Esa lucha ya dejaba una conclusión general que se trasladó luego al resultado de la propia elección de Carlos Paz y de las otras localidades: los municipios son repartidos por los capitalistas y sus fuerzas políticas como verdaderos feudos, que no tienen oposición política. En Carlos Paz, el intendente “progre” representa los intereses de los capitalistas inmobiliarios, gastronómicos, de la noche y del juego, así como del aparato de funcionarios y policías que controlan el delito, en especial trata y narcotráfico. Así, UCR-PRO obtuvo el 17%; el candidato de De la Sota, el 8%, y el sello kirchnerista salió sexto con el 2,1%.


 


El desarrollo de la izquierda en el interior provincial refuerza definitivamente la alternativa política de los explotados. Primero porque hemos ampliado el campo de acción política, la que no se limita a la gran urbe, sino que ha enraizado en todo el interior. Es también una respuesta al fraude organizado desde el interior en 2013 por kirchneristas, PJ y UCR, que nos arrebató una banca de diputado. Y configura un desarrollo subjetivo sin precedentes; al calor de los desafíos locales se han delineando con mayor claridad los programas que enfrentan todos los agravios del pueblo más explotado. Allí donde peronistas, radicales y “vecinalistas” han fracasado, aparece una consigna que da salida a la cuestión. Cada programa ha conformado un nuevo cuadro de militantes socialistas dispuesto a batallar por el mismo.


 


En 2011, el Frente de Izquierda se presentó en cinco municipios y este año lo hará en más de treinta, con elecciones muy importantes que llegan al 14%. En ese año obtuvimos el 1,4% para gobernador, hoy las encuestas dicen que vamos a un porcentaje de entre el 5,5 al 10%. Desde el interior no dejan de anotarse fiscales que en la mayoría de los distritos nos ha permitido cubrir todas las mesas. La movilización de miles de trabajadores en la capital, segundo distrito industrial del país, y del interior para fiscalizar las elecciones de gobernador y legisladores garantizará un nuevo ascenso de la izquierda revolucionaria. Redoblemos los esfuerzos en la última semana.