Revelador testimonio en Mercedes Benz

“Nuestras esperanzas de que la situación económica mejore se han agotado. A esta altura, los despidos son inminentes”. Así nos dijo un delegado.

El jueves 13, los delegados comenzaron a hacer reuniones de veinte personas por sector, reuniones chicas para evitar los ataques de los compañeros. Durante todo el día comenzó a gestarse una bronca general, tanto hacia el sindicato como hacia la patronal. Sacamos cuentas que si bien la crisis existe, la empresa generó grandes ganancias a partir del 2003, y además, teniendo en cuenta la producción actual, los sueldos se pagan con menos del 10% de las unidades producidas.

Por otro lado los delegados aseguraron que no habría despidos hasta diciembre, pero los arreglos podrían empezar en 15 días y que tratarían de “negociar una buena plata para que no quedemos en la calle sin nada” y prometieron que sería lo antes posible, ya que “patear la calle en diciembre no es lo mismo que ahora”, y terminaron con una clara advertencia a los compañeros: “recuerden que es muy importante irse bien, si hacen quilombo la empresa les cierra las puertas cuando esto repunte. En cambio, si se van laburando bien, tienen mayores posibilidades de volver a entrar”.

Se creen que somos tontos.

La experiencia de los más de 600 despidos encubiertos que vienen llevando adelante desde noviembre del año pasado, son una muestra de que arreglar no sirve para nada. La inmensa mayoría que fue presionada a irse, está sin trabajo y sin plata. A esta altura de las circunstancias, nadie está decidido a optar por el arreglo. Lo que nos proponen la patronal y el sindicato no es una salida para nuestras familias, es una salida para la patronal contra nuestras familias. La alternativa que se escucha por lo bajo, es dar la espalda al sindicato y tomar el rumbo por las propias manos. Se empezó a hablar de tomar la fábrica. Un compañero me decía por lo bajo: “Nosotros no nos vamos nada, y ya que estamos jugados tenemos que hacer eso que están haciendo las demás fábricas últimamente, y si nos unimos, ni toda la policía va a sacar a 620 compañeros de esta fábrica.”