El sábado 29 se realizó un Encuentro de mesas de urbanización que contó con la presencia de más de 200 vecinos y organizaciones sociales de las villas de la ciudad.

Este encuentro se convocó en un cuadro particular de remate y privatización de tierras, encabezado por el gobierno de Rodríguez Larreta, es decir de un gran avance del capital inmobiliario en la ciudad. Desde el Partido Obrero llevamos esta caracterización al encuentro como un aporte a la discusión sobre los planes de urbanización que se están lanzando, ya que vienen del mismo gobierno que ha desalojado e intentado expulsar sistemáticamente a los vecinos de las villas de ciudad. 

Principalmente, estos proyectos de urbanización se deben a la lucha y resistencia de los vecinos que pelearon por su derecho a vivir en los barrios. Pero al mismo tiempo,  esos proyectos tienen como contracara un gran avance inmobiliario en las zonas cercanas a las villas que se quieren urbanizar.

Alertamos que los planteos de urbanización, en el marco del gobierno de Larreta, responden a un relanzamiento inmobiliario en tierras públicas. El caso de la Villa 20 es muy claro: las viviendas a construir taparían al resto de la villa, y de esa manera los turistas que asistan a las olimpiadas no verían la emergencia habitacional que existe en Lugano. En el caso de la Villa 31 ocurre algo similar: mediante el proceso de  “integración” quieren darle continuidad al eje inmobiliario que armaron desde Puerto Madero.

Advertimos en las comisiones que el operativo de estas “urbanizaciones” está acompañado de una tentativa  de cooptación de los luchadores. Intentan vestir de participativo un operativo dictado por los intereses del capital inmobiliario.

Por este motivo, llamamos a mantener la independencia del gobierno en todo este proceso, y a levantar un planteo propio para luchar por una urbanización real de los barrios. Proponemos un programa para defender el derecho de los trabajadores a vivir en la ciudad:

Censos integrales en los barrios para saber cuál es la población existente (este censo debe ser controlado por los referentes barriales y los vecinos); relevamientos socio-espaciales que analicen las condiciones de cada manzana y a partir de los cuales se dé cuenta de cuántas viviendas son necesarias construir; derecho de los inquilinos a la vivienda propia, para que no se legalice una diferenciación social al interior de las villas y todos los habitantes puedan ser beneficiarios del proceso; que se contemplen los desgloses familiares para acabar con el hacinamiento, que las obras de infraestructura interna y de obra pública estén supervisadas por los referentes y vecinos.

Con este planteo, realizaremos una fuerte campaña en los barrios para poner en pie a todos los vecinos y trabajadores por urbanizaciones reales, planificadas y controladas por los propios vecinos, con acceso a la vivienda para todas las familias, incluidos los inquilinos.

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