Políticas

10/10/2019|1568

Nuestro balance de las Paso en Salta

La lista Unidad obtuvo un contundente triunfo en la interna del FIT-U.

Las elecciones Paso provinciales han tenido un resultado contradictorio a las nacionales, dándole el triunfo a Gustavo Sáenz, aliado de Macri, con casi el 43%, 10 puntos por encima del Frente de Todos que encabezará Sergio “Oso” Leavy. Es la segunda derrota de Alberto Fernández en menos de una semana, luego de la elección mendocina. Fernández apoyó explícitamente a Leavy. El terrateniente y bolsonarista Alfredo Olmedo, que obtuvo el 19,40%, quedó tercero a 20 puntos de Saénz y 10 del Frente de Todos. Olmedo hizo su campaña diferenciándose tanto de Macri como de Fernández. El FIT-U obtuvo un 3,6% de los votos.


Vale aclarar que Sáenz hizo una campaña buscando despegarse de Macri, y hasta llevó de candidato a vice a Antonio Marocco, quien armó en Salta el partido de Alberto Fernández. Los afiches en el interior provincial de su fórmula llevaban la figura de Fernández. El gabinete del gobernador Juan Manuel Urtubey casi por unanimidad apoyó la candidatura de Saénz en el último tramo de la campaña y hasta parece que el aparato estatal estuvo a disposición del actual intendente salteño.


Como se ve el casi seguro próximo presidente de la Argentina va a tener que gobernar llegando a acuerdos con gobernadores que no serán todos de alineamiento automático con un cada vez mayor peso de los sectores derechistas del propio PJ-kirchnerismo. 


La agenda común de los tres candidatos es un ajuste capitalista que comienza por la reducción de personal en el Estado. En campaña, Leavy elogió la política de Urtubey de no reemplazar a los que se jubilan, que ha desmantelado muchos servicios estatales. Ese mismo ajuste lo hizo Sáenz en la municipalidad de la capital, ni hablar del negrero Olmedo, impulsor de la devaluación en favor de los grandes patrones del campo.


La interna del FIT


Con el 49% de los votos la lista Unidad, que encabezó Pablo López junto a Gabriela Cerrano, obtuvo un contundente triunfo en la interna del FIT-U. La lista rupturista de Jorge Altamira obtuvo un 29% y la del MST un 21% de los votos.


Nuestro eje estuvo siempre en la lucha contra los candidatos del régimen. La delimitación con la lista de Altamira fue por referencia al mejor modo de llevar adelante esta disputa contra los candidatos capitalistas. Opusimos los candidatos del FIT a los candidatos del régimen de la pobreza. En función de esa disputa presentamos un programa de conjunto, una salida obrera para la provincia, formulado en los términos de una propuesta electoral que es, a la vez, una guía de intervención en la lucha de clases. Destacamos el mérito de nuestros candidatos en su trayectoria inclaudicable en defensa de los trabajadores, en asociación a grandes batallas contra el régimen oligárquico en las que se fue forjando el Partido Obrero en la provincia. La reconstrucción del Partido Obrero ha dado un paso al frente en estas Paso.


La lista “Política Obrera” (Altamira)


La lista de los rupturistas fue derrotada con mucha amplitud. Le sacamos más de 20 puntos en la elección general para la gobernación.


En la capital, Cristina Foffani superaba por más de 22 puntos a la lista divisionista para diputado provincial; para intendente Claudio Del Plá le sacaba 31 puntos de ventaja, y para concejales, Jorgelina Franco sacaba más del doble. Sus resultados fueron aún más magros en el interior donde no competían con la lista Unidad para las categorías municipales o parlamentarias. De los 23 departamentos de la provincia ganaron sólo en uno (Orán) por 8 puntos. Allí no pasaron el piso para concejales, perdiendo la única concejalía que teníamos en el interior. Y no pasaron las Paso en la mayoría de los municipios en los que presentaron lista. 


La campaña de la lista Política Obrera fue dirigida de principio a fin por Altamira. Comenzó por la “indicación” de que Violeta Gil debía ser la candidata a gobernadora, desconociendo una resolución de todos los salteños antes de la ruptura. Su digitación de los candidatos pretendía ser una gran vidriera para su política faccional. Tener el control de una lista local luego de haber protagonizado la ruptura del PO era la gran oportunidad para Altamira y su grupo de mostrar el potencial de las recetas que repite todos los días, podían ser una “salvación” para la izquierda, que iría a un derrumbe por no escuchar su orientación.


La campaña de su lista, sin embargo, no tuvo eje en “la Asamblea Constituyente” ni “la huelga general”, la consigna fue “El Partido Obrero con nueva fuerza”. Una campaña estrictamente internista, replicando los planteos de “renovación” que el PTS dirigió contra él (y el PO) en la interna de 2015. Eligieron los mismos argumentos con los que desde hace tiempo la burguesía local busca descalificar a los dirigentes del Partido Obrero para colocarlos en el fango de la política burguesa.


La supuesta política “revolucionaria y pura” no ha sido tal. Mostró su fea cara faccional y sin principios.  La “bendición” de Altamira y su orientación en la campaña no han dado lugar a un triunfo de la izquierda, sino que han protagonizado un verdadero derrumbe, incluso en los marcos de una elección general limitada. Hablan en su balance de que las elecciones confirman “nuestra caracterización sobre el desplome del FIT-U a nivel nacional se vio confirmada, así como el fracaso de su adaptación electoralista y al parlamentarismo”, como siempre sin probar nada. Pero no explican el porqué de que los peores resultados los cosechó su lista, y sobre todo donde no tenían competencia de ninguna de las otras dos listas. No explican por qué, ahora que pudieron dar su política a una campaña, no hay registro de ningún avance positivo. Es evidente que la militancia, el activismo y el electorado de izquierda han rechazado mayoritariamente la política dañina e internista del grupo de Altamira.


Los desafíos 


Ahora vamos a dos grandes desafíos. En primer lugar, a dar la gran batalla por el voto al FIT-U en su fórmula presidencial y los candidatos locales para separar a la clase obrera del régimen del FMI y denunciar el papel antiobrero de la fórmula Fernández- Fernández que dará continuidad a las políticas de ajuste del FMI. En segundo lugar, tenemos la gran tarea de que la lista del FIT-U que quedó conformada en estas Paso provinciales salga con toda energía a batallar contra el régimen oligárquico de la pobreza y la desocupación en una elección que quedará más simplificada por la menor cantidad de listas que intervendrán y donde una de las tareas es defender las conquistas parlamentarias para dar también una gran batalla en el Parlamento, que reforzará sin dudas las luchas que daremos en las calles.