Nuestro progreso en Chaco

La campaña electoral en Chaco está en marcha. Con recorridas, afichadas, charlas en los barrios, una extensa recorrida de medios, estamos instalando nuestro reclamo de ser votados en agosto, para defender nuestra presentación en octubre.


Nuestra campaña se destaca por haber tocado todos los puntos en debate en la provincia. Con Aurelio Díaz denunciamos el ajuste en la tarifa del colectivo -de un 33%. En las barriadas de Resistencia, desarrollamos una agitación por el problema de la vivienda y todos los reclamos pendientes de los barrios. En Vilelas denunciamos que los terrenos inundables son para la población, mientras que la intendencia busca privatizar los mejores terrenos. En Tirol denunciamos nuevamente la situación de los despedidos del Frigorífico Toba, el cual no se reactiva y mantiene la cuota Hilton bajo dominio de Friar. Se destacó el apoyo a los reclamos salariales de los tanineros y la defensa de las condiciones de trabajo en las fábricas, al agitar por comisiones de seguridad e higiene. Cuando visitamos el hospital de San Martín, nos solidarizamos con los reclamos de los trabajadores de la salud, quienes se encuentran en una situación crítica. Reagrupamos compañeros en Tirol y Barranqueras, donde muchos se sumaron a fiscalizar. La mesa diaria en la peatonal también despierta la atención de la población.


Los problemas


La campaña constata una crisis en el bloque oficialista, así como también la disgregación opositora. El peronismo discute si no llegará un "efecto Misiones" -donde la renovación se derrumbó a la mitad de los votos de 2011. Hemos recogido apoyos de sectores que provienen del PJ y la UCR. Las once listas internas oficiales buscan contener esta disgregación dentro del peronismo. La candidatura del Frente Grande, por fuera, busca encauzar dentro del voto cristinista el descontento con Capitanich, así como lo intenta con una campaña crítica del impuesto al salario. Pero todavía está fresco en la provincia el brutal ajuste antiobrero del radicalismo en el poder -el mismo que aplica hoy la intendencia de Resistencia, con el aumento de impuestos y del colectivo.


El éxito de nuestra campaña depende de poder destacar una alternativa frente a este cuadro, superando la confusión de las listas internas y de las "alternativas" que no son tales. Los spots de campaña -en los que se tocan temas como el salario, la vivienda y contra la entrega de tierras- contribuyen a una instalación provincial. Sin embargo, garantizar una votación en el interior, con fiscales en los distritos, es todavía un desafío por cumplir. El objetivo de llegar a los 10.000 votos representaría un salto enorme en la votación del PO, que nunca alcanzó tal número en la provincia.


Este salto tiene que invertir la ecuación en la provincia, donde las organizaciones populares y los movimientos sociales están, en gran medida, encorsetados por la cooptación estatal de un gobierno que no ha garantizado los reclamos fundamentales de los trabajadores. Nuestra pelea por la independencia política plantea un objetivo a todo el movimiento popular del Chaco.


Con la actividad de campaña, se consolida el desarrollo del partido, especialmente en la juventud, donde tenemos concentrada una fuerte lucha política por el voto. Con este crecimiento, vamos por los 10.000 para pasar las primarias abiertas.